La opinión pública hacia el presidente de Chile, Sebastián Piñera, tras el inicio de las protestas en el país suramericano han variado, y su aprobación se ha desplomado hasta un 14 %, posicionando el rechazo en un 78 % debido a su “mal manejo de las protestas” y su “mala gestión en general”.
Estas cifras fueron reveladas por un sondeo realizado por la encuestadora Cadem para un medio chileno. El estudio se llevó a cabo entre el miércoles y jueves de la pasada semana, en el cual los ciudadanos encuestados también mostraron su rechazo hacia el ministro del Interior, Andrés Chadwick, quien se situó con un rechazo del 80 %.
Sebastián Piñera, quien también fue presidente entre el 2010 y 2014, había obtenido un 58 % de desaprobación durante una encuesta anterior, publicada el 18 de octubre, cuando apenas comenzaban a radicalizarse las manifestaciones. Su aprobación entonces era del 29 %.
De esta forma, la aprobación hacia Piñera alcanza un hito histórico luego de que la exmandataria y ahora Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, obtuviera un 16 % en una encuesta similar tras el estallido del Caso Caval sobre un supuesto tráfico de influencias por parte de su hijo.
En este sentido, Piñera es desaprobado, además de por su manejo de la situación social actual en Chile, por sus políticas, las bajas pensiones que otorga el sistema privatizado de Chile, la desigualdad, la gestión de salud y educación, los bajos sueldos, el elevado costo de los servicios públicos y la vida en general.
Por otra parte, la población rechazó ampliamente declaraciones de Piñera, como la de que “Chile está en guerra”, la cual obtuvo un desacuerdo del 86 %. No obstante, el 50 % estuvo de acuerdo que los hechos de violencia “provienen de grupos organizados”, como lo habría asegurado el gobierno.
Esta última aseveración fue rechazada por el 45 % de los encuestados.
Un 89 %, asimismo, rechazó la “violencia y destrucción de la propiedad pública del metro”, mientras que el 90 % condenó el vandalismo, robo y saqueo de comercios.
En cuanto a las medidas sociales para acallar las manifestaciones, el 53 % de los encuestados las consideraron “mal o muy malas”, mientras que el 30 % opina que son buenas o muy buenas. Un 13 % las vio como regulares.
Sin embargo, el 80 % estuvo de acuerdo con que las medidas no cumplen con las demandas ciudadanas propuestas durante las diferentes manifestaciones. En este sentido, solo el 18 % las consideró acordes a lo que el pueblo ha pedido.
Entre las medidas que los encuestados opinan que el gobierno debería tomar, se encuentran los “cambios sociales”, que el 37 % de los encuestados apoyó. El 21 % ve como urgente la mejora de las pensiones, mientras que el 13 % quiere la mejora de los precios de los medicamentos.
Asimismo, otro 13 % pide mejorar los sueldos, el 12 % quiere que el gobierno “escuche a la gente” y otro 12 % pide una nueva Carta Magna.