Nunca hemos hablado de lo peligroso que es buscar un móvil por debajo de los 100 euros. Si buscas al Realme C11 en la tienda, encontrarás que tal vez no se encuentre disponible, que solo lo puedes comprar usado o repotenciado y con mil sugerencias de un catálogo, patrocinado por muchas marcas que traen dispositivos de dudosa procedencia de la china que potencialmente poco tienen que ver con la imagen que muestran.
Es por eso que equipos como este gama de entrada, básico, pero muy básico son tan importantes, ya que ofrecen la confianza que necesitamos para esta mínima inversión, que tal vez no representa mucho juego para un usuario exigente, pero sí para quien necesita gastar NADA en un móvil que atienda lo más elemental del año.
En concreto tenemos un smartphone con apenas identidad, con colores de juguete y una línea conservadora en la que han logrado meter por ese precio una gran batería y una pantalla suficiente para consumir multimedia durante horas, sin menospreciar el rendimiento que permite fluidez base para consumir IG o Tik Tok, sin pedirle mucho a cambio.
La batería es de 5000 mAh, y si, es gigante, pero el verdadero chiste está en combinarla con una pantalla muy sencilla de resolución HD+ de 6.5” con márgenes respetados y una interfaz muy fácil de usar.
Realme IU, la capa de personalización detrás del Realme C11 y otros dispositivos de la firma, es una suerte de mashup de la interfaz de OnePlus, Oppo y Vivo, primas directas de la firma dentro de un conglomerado muy chino que las engloba y distribuye en determinados mercados. El resultado es limpio, con líneas suaves que recuerdan a Xiaomi, pero con desplazamientos firmes y rápidos que dejan entrever la intención de la marca de ser lo más fiel a la simpleza con la que se presentan en el mercado.
El procesador de este dispositivo es el Mediatek G35, un ya conocido pony de carreras pensado para teléfonos de adultos mayores, al que no se le puede exigir siquiera lo que se le pediría a un Snapdragon de la serie 400. Además, tenemos, por menos de 100 euros, 2 GB de RAM y 32 GB de almacenamiento que afortunadamente se pueden expandir, porque sino, no sabríamos que hacer con tan precario rendimiento.
La cámara de 13 MP está acompañada por un lente para hacer enfoque de bokeh, pero si quieres jugar, te deja iluminar un poco los modos nocturnos y hacer cámara lenta en ambientes bastante definidos.