Hoy, la iglesia en Argentina se torna insurrecta. Y lo hace con mucha inteligencia, buscando los vacíos legales ante la promulgación de medidas “injustas” hacia los servicios religiosos.

Un pastor argentino, llamado Daniel Cattaneo, decidió abrir su iglesia bajo un nuevo concepto, un bar. Esto sucedió en la ciudad de San Lorenzo, Santa Fe.

Según él, esta sería la única forma de ayudar espiritualmente a las personas y alabar a Dios sin sufrir algún tipo de sanción.  A saber, que las medidas de cuarentena que se han extendido más de lo esperado y las excepciones son muy restrictivas para la iglesia.

El Padre fue enfático en decir que las medidas de cuarentena, implementadas en Argentina frente al coronavirus, discriminan a los servicios religiosos.

Contexto

Es necesario recordar que, el lunes 18 de mayo, se amplió el listado de actividades exceptuadas del aislamiento social en Argentina. Una de ellas fue permitir las actividades religiosas en iglesias y templos.

Históricamente, la reunión es una forma importante para muchas religiones y, en especial, para los católicos.  Estamos hablando de un país donde el 62,9% de la población se define como cristiana, el 88% están bautizados y el 23% concurre frecuentemente a los templos (según la Sociedad, Cultura y Religión CEIL CONICET, 2019).

Sin embargo, las medidas vigentes no permiten la celebración de misas ni las congregaciones de fieles con más de 10 personas, algo que resulta completamente irónico. Muy a pesar que la alta dirección eclesiástica dijo que trabaja en el diseño de protocolos de salud.

Adema, la medida fue más dura en la capital. En este sentido, no podrán retomarse las actividades el Área Metropolitana de Buenos Aires por el aumento de la tasa local de contagiados.

¡Dios, a la carta!

La reapertura fue por todo lo grande.  El padre Cattaneo, con la colaboración de otros pastores, se tomaron bien en serio su trabajo de camareros y vistieron como tal. De esta forma, servían a los asistentes a la congregación mientras daban pie a sus prédicas.

Eso sí, se mantuvo la aplicación de medidas de distanciamiento social y el uso de mascarillas.

¿Qué se servía?

Bueno, se servían biblias, folletos y a la palabra de Dios.

El padre dijo que era la única forma que encontraron para reunirse. Con humor, dijo: “Con excepción de la carne que va directo a la mesa 4, se sirve palabra de Dios desde el Templo del Señor para todas las naciones”.

Ansiedad y necesidad de producir

El confinamiento se ha vuelto más largo de lo que la población argentina esperaba. El presidente de este país, Alberto Fernández, extendió la cuarentena hasta el 28 de junio, con algunas flexibilizaciones.

En consecuencia, la gente empieza a desesperarse y reclamar sus derechos al libre tránsito en un momento bastante sensible de la situación de salud en el mundo.En sentido, las opiniones están divididas.

Aun así, en este artículo no pretendemos juzgar la percepción de las personas, pero si mostrar algunos matices de interés en este aspecto.

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