La Organización Mundial de la Salud indicó este viernes que temía una “transmisión intensa y continua” del virus del ébola en la República Democrática del Congo, donde las muertes por una epidemia que se extiende por nueve meses llegaron a 994 y se espera que superen las 1.000 en cuestión de horas.

La OMS planea expandir la vacunación con una nueva vacuna contra el ébola sin licencia fabricada por Johnson & Johnson, además de la vacuna Merck que ya se está usando, puntualizó el doctor Michael Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias de Salud de la OMS.

“Estamos anticipando un escenario de transmisión intensa y continua”, dijo Ryan en una conferencia de prensa. “No hemos superado las 1.000 (muertes) esta mañana, pero probablemente las superaremos hoy cuando veamos las cifras más tarde esta noche. Queremos usar todas las herramientas disponibles”.

Trabajadores de Cruz Roja, el 28 de marzo durante el entierro de una mujer que murió por ébola en Butembo (República Democrática del Congo)/ FOTO: BAZ RATNER/ REUTERS

Los fallecimientos se está produciendo en el seno de la comunidad o en hospitales

John Johnson, coordinador de emergencias de Médicos sin Fronteras, asegura desde la provincia de Kivu del Norte que están “en un periodo muy inquietante de pérdida de control del brote, con un notable incremento de las zonas de salud afectadas”. Uno de los aspectos más preocupantes es que al menos la mitad de los fallecimientos se está produciendo en el seno de la comunidad o en hospitales que no están preparados para hacer frente a esta enfermedad, lo que multiplica el riesgo de contagios, tanto entre la población como entre el personal sanitario, que ha sufrido el 10% de los fallecimientos, según datos del Ministerio de Sanidad congolés.

“La inseguridad reinante en la zona no ayuda, pero no es solo eso”, añade Johnson, sino que hay un “grave problema de recursos”. “Está fallando el seguimiento de contactos, ya sea por la violencia o por la debilidad de la capacidad de respuesta. La mayor parte de los nuevos casos no surgen entre los contactos identificados y esto significa que hemos perdido el hilo de la enfermedad. Surgen nuevos focos y la zona activa de la dolencia es cada vez más amplia”, detalló.

Asimismo, Johnson puntualizó que “hay una gran falta de confianza por parte de la comunidad y no creo que sea un problema de información, han pasado ya nueve meses y saben lo que está pasando. Pero tenemos que reflexionar entre todos para adaptar mejor la respuesta al brote, que es muy sanitaria, y que sea aceptable para ellos. Por ejemplo, si tienen miedo de ir a los centros de tratamiento tenemos que hacer el esfuerzo de responder desde estructuras de salud más próximas a la gente”.

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