Luego de la marcha en Ciudad de México el viernes, en la que unas 2.000 mujeres participaron al ser convocadas por organizaciones feministas, las redes sociales han explotado con indignación por los actos vandálicos cometidos en la protesta.
El hashtag #EllasNoMeRepresentan se hizo tendencia, muchos protestaban contra las pintadas en las paredes y algunas ventanas rotas y usuarios hicieron su sentir por los daños a la propiedad pública.
https://twitter.com/IvonneBrink/status/1163046461644263425?s=20
Tendría mayor credibilidad Si hubieran marchado de blanco, en silencio en señal de paz, respeto y de justicia. Nos hubiéramos unido hombres que estamos preocupados por nuestras mujeres, comenzando por nuestras madres, hijas, esposas, amigas, primas., etc. #EllasNoMeRepresentan
— Armando Villa (@armando_villac) August 18, 2019
Si te pronunciaras por las mujeres indígenas que a diario son violados sus DDHH por casarlas aún siendo niñas, otra cosa sería de ellas, las mujeres de ayer nada tienen que ver con el verdadero movimiento, son infiltradas, a mi #EllasNoMeRepresentan
— 🐾 Nairobi 🌺 Gro/Jal 🇲🇽 AMLOver (@RanitaBots) August 18, 2019
Sin embargo, ¿es más violento una ventana rota que una violación?
La movilización que ha causado tanto rechazo en la población se hizo con el fin de denunciar la falta de protección que las mujeres mexicanas sufren a manos de aquellos que precisamente están para protegerlas a ellas y al resto de las comunidades: la policía.
Y es que el pasado 3 de agosto, una adolescente de 17 años, cuya identidad se mantiene en reserva, acusó a cuatro oficiales de policía de haberla violado luego de interceptarla para llevarla a casa “por su seguridad”.
La joven denunció el ataque ante la Fiscalía de Delitos sexuales. Sin embargo las autoridades no habrían dado con los sospechosos, a pesar de que la Alcaldía afirmó que habían suspendido a seis efectivos policiales.
Por su parte, la joven asevera que ya no confía en las autoridades, no solo por el abuso que sufrió por parte de funcionarios, sino también porque sus datos personales habrían sido “filtrados” a la prensa.
El caso de la adolescente no sería el único perpetrado por oficiales de policía, pues otra niña de 16 años denunció haber sido violada por un funcionario en la sede del Museo de Archivo de la Fotografía, localizado en el Centro Histórico.
Por este delito, el agente Édgar Bertín fue detenido y las investigaciones indicaron que existe “flagrancia” en el crimen.
Asimismo, otros dos policías fueron detenidos a mediados de julio tras haber sido acusados de violar a una indigente en un hotel de la colonia Tabacalera.
“Me preocupa que las jóvenes no puedan ir a la escuela o regresar de una fiesta tranquilas porque alguien las viola porque se puede, porque no pasa nada, y mucho más cuando son las autoridades que deberían estar resguardándonos”, afirmó a AFP Melissa Ortiz, de 40 años, desde la marcha.
Por su parte, Mariana Urías de 18 años señaló que la protesta no se trata de una “agresión o de una provocación a la violencia”, sino de mostrar el hartazgo y preocupación que causa la violencia de género, en todas sus expresiones, en México.
En la manifestación, de igual forma, se escucharon manifiestos de los grupos feministas que con la consigna “No me cuidan, me violan” hicieron sentir tanto su temor como su rabia. “Todas las ciudadanas vivimos en constante peligro, las autoridades nos causan el mismo temor que la delincuencia organizada y estamos aterradas de vivir en este país”.
La violencia contra la mujer en México, en números
El lunes pasado, Ciudad de México vivió otra jornada de manifestaciones feministas en contra de la violencia de género. Sin embargo, esta protesta finalizó en la sede de la fiscalía capitalina, donde las manifestantes rompieron un vidrio, realizaron pintadas y arrojaron purpurina rosa sobre el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Jesús Orta.
Al respecto, la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Scheinbaum aseguró que esa protesta “no fue una manifestación, sino una provocación”.
Estos calificativos Scheinbaum los reafirmó tras los actos del viernes a través de un comunicado en el que dijo: “El Gobierno de la Ciudad de México no caerá en la provocación de utilizar la fuerza pública en medio de la manifestación, pues es lo que están buscando”.
No obstante, lo que buscarían las feministas en la capitalina ciudad sería, más bien, un poco de atención a los hechos, pues estos son escalofriantes.
De acuerdo a ONU Mujeres, a diario nueve mujeres son asesinadas en México.
Asimismo, un informe oficial con datos de enero a junio del año en curso indica que durante ese período hubo 284 llamadas de emergencia sobre “incidentes de abuso sexual” en Ciudad de México.
En este sentido, habría 8.464 casos de abuso sexual denunciados entre enero y junio de 2019 en todo el país norteamericano, de los cuales 667 habrían sucedido solo en Ciudad de México, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.