México está trabajando con el representante comercial de EE.UU., Robert Lighthizer, para cerrar brechas del nuevo pacto comercial de América del Norte, con el objetivo de satisfacer demandas de legisladores demócratas por reglas laborales y ambientales más estrictas, destacó un funcionario mexicano.
En noviembre, Canadá, EE.UU. y México firmaron el nuevo acuerdo comercial de la región, conocido en México como: T-MEC, para sustituir al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que regula 1.2 billones de dólares en comercio al año.
No obstante, la implementación del acuerdo está sujeta a la ratificación por parte de legisladores de los tres países.
Jesús Seade, subsecretario mexicano para América del Norte, aseguró que la propuesta en la que está trabajando con Lighthizer se enfocaba en cubrir una laguna en el mecanismo de resolución de controversias del acuerdo.
Es importante recordar que los demócratas en el Congreso de EE.UU. amenazaron con frenar la ratificación del T-MEC hasta que sus preocupaciones sean satisfechas. Incluso, que el nuevo tratado fue impulsado por el mandatario republicano, Donald Trump.
Henry Connelly, portavoz de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, no hizo comentarios sobre el fondo de las negociaciones. Sin embargo, explicó que las disposiciones laborales y de cumplimiento del T-MEC son una preocupación clave de los demócratas en la Cámara.
EE.UU. podría iniciar una disputa comercial formal
Seade aseveró que tal como está el acuerdo en este momento, EE.UU. podría iniciar una disputa comercial formal si México exportara un producto hecho bajo condiciones laborales consideradas injustas y contrarias a las reglas del pacto.
“Hay un vacío en el sistema de resolución de disputas”, indicó. Al tiempo que dijo: “Estamos tratando de encontrar una manera de cerrar esa brecha”.
A principios del año, México aprobó una ley que fortalece los derechos de los sindicatos, en parte para cumplir con requisitos del T-MEC.
Según Reuters, las débiles leyes laborales significaron que el país haya tenido por décadas pocos sindicatos independientes, lo que condujo a salarios tan bajos que tanto Trump como los demócratas señalaron como una de las causas de la salida de muchas empresas y la pérdida de empleos en EE.UU. bajo el TLCAN.
Finalmente, Seade aclaró que México no quiere reabrir el T-MEC y que la laguna podría subsanarse a través de medidas complementarias, “para asegurarse de que, si el gobierno de EE.UU. quiere iniciar un panel contra México en materia laboral” pueda hacerlo.