Aunque las madeleines parezcan una galleta en realidad no lo es, solo tienen esa peculiar forma de pequeñas conchas.
Esta divina receta es un dulce clásico francés y, definitivamente, son un bocado delicioso para acompañar el café o el té de la tarde.
Las madeleines de almendra tienen una capa dorada y ligeramente crujiente por fuera pero, por dentro, son bastante esponjosas, suaves y con rico sabor a mantequilla.
La almendra molida mezclada con la harina ayuda a crear una textura y un sabor fantásticos, realmente te recomendamos preparar esta fácil merienda francesa, no te vas a arrepentir.
¿Qué ingredientes necesito para realizar las madeleines de almendra?
Esta receta está diseñada solo para 10 unidades.
- 75 g de mantequilla sin sal.
- 2 huevo.
- 80 g de azúcar.
- 50 g de harina de repostería.
- 50 g de almendra molida.
- 1 g de sal.
- 2 g de levadura química (1/2 cucharadita).
- 2 ml de esencia de vainilla.
¿Cómo hacer las madeleines de almendra?
Esta receta es bastante fácil de preparar, tiene un tiempo total de 30 minutos de desarrollo, de cocción 10 minutos y de reposo 30 minutos.
Lo primero que tienes que hacer es derretir la mantequilla y dejar enfriar un poco. Luego, disponer los huevos en un cuenco y batir ligeramente.
Seguidamente, vas a añadir el azúcar, la vainilla y la sal y tienes que batir usando una batidora de varillas, hasta que quede esponjoso. Incorporas la harina, la almendra molida y la levadura química, y bates un poco más.
Agregas por último la mantequilla derretida y mezclas hasta conseguir una masa homogénea. Tapas con film y dejas reposar en la nevera como mínimo 30 minutos.
Tienes que precalentar el horno a 180º C y engrasar con mantequilla una bandeja con moldes de madeleines.
Echas la masa llenando casi hasta arriba los huecos. Horneas durante unos 8-10 minutos, hasta que se hayan dorado por encima y al pincharlas con un palillo salgan limpias. Esperas un par de minutos, desmoldas y dejas enfriar completamente sobre una rejilla.
Las madeleines de almendra son estupendas para servir con el café después de comer o como merienda, ya que acompañan muy bien infusiones o un vaso de leche. Sin embargo, hay personas que las disfrutan en el desayuno. Sea cual sea el caso son una receta deliciosa que no puedes dejar de realizar.