Ya no teníamos ninguna duda. Al final del período cretácico, un enorme asteroide impactó en la actual regíón de Yucatán, extinguiendo a los dinosaurios y al 75% de las especies. Una más de las cinco extinciones masivas de vida que ha conocido nuestro planeta.

 

La ciencia nos tiene acostumbrados a explicaciones simples de grandes descubrimientos. Nos cuentan que Isaac Newton estndo un día sentado bajo un manzano, absorto en sus pensamientos sobre la mecánica, le vino encima una manzana. Había resuelto el problema que tanto le preocupaba. Un agradable baño en agua caliente le bastó a Arquímedes para, “¡Eureka!”, resolver sus dudas sobre la hidrodinámica. Franklin se entretenía con una sencilla cometa cuando dedujo la electrostática.

Como si de la manzana de Newton se tratase, una piedrecita cae al suelo, levanta un poco de humo y de polvo, oculta la luz del Sol, se revuelve el clima y empieza lentamente a morir primero la vegetación y el plancton marino, luego los herbívoros y los planctónicos, y finalmente los depredadores.

Sobrevivieron los indestructibles artrópodos, los omnipresentes microorganismos, los pequeños anfibios y saurios y, agazapados, los pequeños mamíferos, que no desperciaron la ocasión para dominar la Tierra. Unos pocos millones de años, 66, explicados en pocas palabras. Pero la ciencia sigue.

El Iridio, es uno de esos raros metales en la Tierra, pero que se pueden hallar en gran cantidad en asterorides y meteroritos. Los geólogos hallaron en diferentes lugares de nuestro planeta una capa sedimentaria de la misma edad de formación que contenía abundancia de este metal, y se preguntarón cómo llegó hasta allí. Esta capa fue elegida como límite cronológico entre la Era Secundaria y la Terciaria, al final del Cretácico, y recibe el nombre de Límite K/T, «K» por Cretácico, «kreide» en alemán, y «T» por Terciario, «Tertiär» en alemán.
 

Los científicos Luis, padre, y Walter, hijo, Alvarez, hallaron en Yucatán, México, evidencias del impacto de un asteroide de unos 10 kilómetros de diámetro, de la misma edad geológica que la capa de Iridio, y dedujeron que ésta fue la causa de la masiva extinción de vida y, en particular, de los dinosaurios. Explicación que la comunidad científica dio como verosimil. 
Ahora nos dicen los científicos que el impacto de aquel asteroide no es sufiente explicación, sólo fue la guinda que puso fin a la longeva y dominante existencia de los dinosaurios sobre la Tierra. Aunque no ocurrió de inmediato, aún pasaron decenas de miles de años hasta su extinción definitiva.
 
 
Todo empezó tiempo atrás, antes del impacto. Durante miles de años colosales erupciones volcánicas, en la región de Decán, la actual India, fueron poco a poco alterando el clima y cambiando las condiciones ambientales sobre la Tierra, afectando a todas las formas de vida en general. El impacto del asteroide fue la puntilla. 
Está región, dentro del conjunto de la teoría de la tectónica de placas, es un subcontinente que colisionó con el continente euroasiático. Los depósitos sedimentarios entre ambos se extrujaron y plegaron, elevando la cordillera por encima de la meseta del Tibet, y que conocemos como Himalaya. La enormes presiones a la que se ven sometidos los materiales liberan gran cantidad de energía en forma de terremotos o de erupciones volcánicas, un proceso que aún hoy día sigue activo. 

 

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