Los legisladores polacos votaron este miércoles a favor de un proyecto de ley que tiene como objetivo criminalizar la promoción de la actividad sexual de menores de edad, en un movimiento visto por algunos como un esfuerzo del gobierno para cortejar el apoyo conservador y que indignó a los liberales que dicen que el proyecto de ley apunta a prohibir la educación sexual.
Mientras un grupo de manifestantes se reunió fuera del parlamento y en ciudades de Polonia, los legisladores del partido gobernante Ley y Justicia (PiS) votaron por el proyecto de ley para ir a una comisión parlamentaria para trabajar más.
“Desgracia para los diputados… que se refirieron para seguir trabajando en un proyecto que castiga la educación sexual con prisión”, publicó en un tweet la legisladora opositora Joanna Scheuring-Wielgus, quien anteriormente había presentado una moción para que se rechazara la ley.
Según información publicada en Reuters, fuera del parlamento, cientos de manifestantes se habían reunido con pancartas que decía: “La educación protege contra la violencia” y “Prohibir la educación sexual es violación”.
Anton Lewandowska, de 23 años de edad, del Grupo Ponton, una organización voluntaria que brinda educación sexual, indicó que “el intento de limitar el acceso a la educación es un ataque directo contra todos nosotros”
Muchas personas que conozco que hacen educación sexual tienen miedo de hacer nuestro trabajo a pesar del hecho de que es un derecho básico de todas las personas.
Las escuelas polacas no ofrecen educación sexual formal, sino que enseñan a los estudiantes cómo “prepararse para la vida familiar”. Algunas ciudades dirigidas por partidos más liberales han permitido programas de educación sexual en las escuelas, lo que provocó una reacción violenta del PiS y la Iglesia Católica.
El PiS ganó las elecciones parlamentarias en Polonia el domingo pasado, pero los votantes de extrema derecha y firmemente católicos también lograron presentar candidatos al parlamento.
Sin embargo, los críticos acusaron al PiS de fomentar la homofobia durante la campaña electoral, y los funcionarios del partido calificaron los derechos de las lesbianas, gays, bisexuales y transgénero (LGBTQ) como una influencia extranjera invasiva que amenaza la identidad nacional de Polonia.
Además, el obispo Ignacy Dec, de la diócesis de Swidnica, dijo al periódico derechista Nasz Dziennik, que “es preocupante que algunas autoridades locales estén presentando programas de sexualización preescolares y escolares recomendados por la Organización Mundial de la Salud, que solo dañan a niños y jóvenes”.
Polonia es uno de los países católicos más devotos de Europa, pero su sociedad se está volviendo más liberal y el número de personas que asisten a misa dominical está disminuyendo constantemente, lo que puede amenazar la agenda conservadora de PiS, detalló Reuters.