La vacuna rusa se encuentra en ensayos clínicos. Por lo que un estudio preliminar ha mostrado que las personas que la usan desarrollan respuesta inmunitaria sin tener efectos secundarios graves.
Claramente, aun se necesitan más trabajos y de una envergadura mayor que determinen su eventual eficacia.
El estudio realizado por diversos investigadores pertenecientes al gobierno de Rusia se evaluó por un comité de relectura de una revista médica Británica.
Dicha vacuna que se llama Sputnik V, el mes pasado entró en la fase 3, que es la última en los ensayos clínicos. Pero las autoridades anunciaron que no iban a esperan los resultados que esta arrojara, debido a que ya tenían previsto homologarla para septiembre.
Obviamente, este anuncio no estuvo bien recibido por la comunidad científica. Países como Estados Unidos y Alemania pusieron en duda su eficacia y la seguridad que podía brindar a las personas. Sobre todo, por el hecho de que no habían datos concretos y públicos en referencia a los ensayos que se tenían para ese entonces.
La OMS se dirigió al gobierno ruso para que siguiera el protocolo establecido y hacer cumplimiento con todas las fases necesarias para poder llevar a cabo el desarrollo de una vacuna segura para la población.
Como respuesta a la situación, Moscú denunció las criticas exponiendo que era una tentativa para desacreditar la investigación. Incluso el presidente de Rusia, Vladimir Putin afirmó que la vacuna rusa garantizaba inmunidad duradera en contra del covid -19.
Próximos pasos de la vacuna rusa
Sputnik V consta de dos vacunas, las cuales son administradas en inyecciones con tres semanas de diferencia entre ellas.
En el estudio publicado en la revista The Lancet, el autor principal Denis Logounov, de instituto de Gamaleia dice:
“Se trata de una vacuna de “vector viral”: utiliza dos adenovirus humanos -familia de virus muy común, que son responsables sobre todo de los resfriados-, que son transformados para agregar el virus SARS-CoV-2, causante del covid-19.
Cuando el adenovirus modificado penetra en las células de la persona vacunada, esta fábrica una proteína típica del SARS-CoV-2, enseñando así a su sistema inmunitario a reconocerlo y combatirlo”
La publicación se encuentra basada en dos estudios conducidos en un total de 76 personas, todos adultos voluntarios entre las edades de 18 a 60 años de edad, en buen estado de salud.
Estos se realizaron entre el 18 de junio y el 3 de agosto, financiados por el gobierno de ruso. Todos los investigadores eran del ministerio ruso de sanidad.
En ambos estudios se concluyó que ninguno de los componente de la vacuna rusa provoca efectos graves, y que su administración de forma sucesiva conlleva a la generación de la producción de anticuerpos en el organismo, incluidos los que sirven para neutralizar al covid-19.
Está en juego la confianza en las vacunas
Los resultados mostrados son alentadores, pero estos son a pequeña escala, por lo que no aclaran a ciencia cierta si la vacuna produce una respuesta inmune en las personas más vulnerables al virus, que son las personas mayores.
Razón por la cual, en los ensayos a gran escala se debe de demostrar que las vacunas contra el covid-19 son seguras. Para así brindar la confianza a realizar la vacunación general y se acepten por todo el público.
El estudio publicado muestra que por el momento toda va bien, pero se necesitan más pruebas de protección.
Según los datos suministrados por la OMS, existen alrededor de 176 proyectos en todo el mundo que están en curso para el desarrollo de una vacuna efectiva. De estos, 34 se encuentran en la fase de ensayos clínicos, lo que quiere decir que ya han empezado a ponerse a prueba en seres humanos, y de ellos, 8 se encuentran en l fase más avanzada de la fase 3.
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