La Unión Europea nombró el martes, 28 de mayo, al exbanquero y diplomático hispanouruguayo, Enrique Iglesias, como su enviado para intentar poner fin a la crisis en Venezuela, en el marco de una intensificación de los esfuerzos diplomáticos para promover la celebración de nuevas elecciones.
“El señor Iglesias apoyará el trabajo de la UE y del Grupo Internacional de Contacto para ayudar a promover una solución pacífica y democrática a la crisis en Venezuela, a través de elecciones libres y justas”, reza el comunicado oficial del nombramiento.
La UE, que lidera un grupo internacional de contacto junto a varias naciones sudamericanas, espera que Iglesias pueda ayudar a encontrar una forma de convencer al mandatario venezolano, Nicolás Maduro Moros, para que dé un paso al costado y permita que todos los grupos políticos del país puedan participar en una votación libre y justa, según información publicada por varios portales, entre esos Reuters.
Ahora bien, Iglesia expresó que cree “que todos los latinoamericanos debiéramos asumir nuestra responsabilidad solidaria para apoyar soluciones a los problemas de ese gran país, que tanto ha aportado a la América Latina”.
.@FedericaMog appoints Enrique Iglesias as Special Adviser for Venezuela https://t.co/ZvLOv3ODtf
— European External Action Service – EEAS 🇪🇺 (@eu_eeas) 28 de mayo de 2019
Maduro mantiene el control sobre las instituciones estatales venezolanas. Sin embargo, la oposición local está presionando para forzar su salida en medio de un colapso económico que ha generado una grave crisis humanitaria en Venezuela.
Iglesias, exministro de Relaciones Exteriores de Uruguay y expresidente del Banco de Desarrollo Interamericano, es considerado entre los diplomáticos como una persona con los contactos y la experiencia para poder hablar tanto con Maduro como con el líder opositor venezolano, Juan Guaidó, así como con otros grupos políticos.
Tras haberse reunido con Maduro y Guaidó este mes, el grupo de contacto de la UE -que incluye a España, Reino Unido, Francia y Alemania- también espera poder convencer a EE.UU. para que respalde un proceso diplomático pacífico para salir de la crisis.