La inminente soledad en los negocios de Caracas en este mes de Noviembre ha dejado una marca aun más profunda en los comerciantes caraqueños
Cada día se suman cicatrices nuevas a la ya violada situación económica de los venezolanos, desde comienzos del mes de Noviembre de 2018 se ha sumado una nueva cicatriz que los comerciantes venezolanos llevaban, con miedo, anticipando mucho tiempo.
El poder adquisitivo del ciudadano venezolano es una bola de nieve en caída libre, que en momentos parece también impulsada por cohetes, esto no es algo nuevo para el día a día que se vive en Venezuela, pero pese a todo el venezolano siempre había buscado la manera de cubrir la mayor parte de sus necesidades, a base de ingenio y sacrificios, pero cada día que pasa se incrementa la dificultad en ello.
Esto ultimo ha pasado una gran factura al comerciante venezolano quien de lo único que se podía beneficiar es del, últimamente menguado, consumismo venezolano en sus diferentes sectores de su vida cotidiana, al venezolano perder cada día su poder adquisitivo, reduce su consumismo y por ende los comercios sus oportunidades de sobrevivir en el país latinoamericano.
Según testimonios de Marisol, la dueña de un establecimiento de bebidas alcohólicas en Caracas, «La Casita Azul», la soledad es el cliente predilecto de su establecimiento, la cual nos proporcionó fotos del mismo un día regular a las 4 de la tarde.
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Qué deparara el futuro para los comerciantes venezolanos en la capital latinoamericana
Como todos sabemos la situación en Venezuela ha roto cualquier estigma de desastre económico en la sociedad hasta el punto donde lo increíble es el pan de cada día para los habitantes del país latinoamericano, de ahora en adelante la situación del país caribeño es un futuro misterioso para los limites del desastre en la imaginación humana.