La energía es el alma de todo

La energía creadora debe fluir libremente y poder trasladarse de un lugar a otro dentro de un recinto. Debe entrar y salir libremente, sin obstáculos y sin retenciones acumulativas ni precipitaciones de ningún tipo, haciendo el ambiente favorable para el talento creativo.

Todo lo que nos rodea desde los árboles hasta los instrumentos de trabajo, e incluso los alimentos que ingerimos, posee, según las creencias de las milenarias culturas orientales, una energía propia que define sus cualidades positivas y negativas.

De esa energía depende, la belleza o la poca gracia de un objeto. Pero lo más importante es que esa energía también define el comportamiento de ese objeto dentro de los espacios.

Energía y elementos de la naturaleza

La energía dinámica y vital está compuesta por una combinación de los cinco elementos básicos de la naturaleza; agua, madera, tierra, fuego y metal.

Como ya sabemos estos elementos poseen cualidades específicas de carácter y comportamiento que se transmiten a los ambientes y las situaciones de la vida cotidiana.

Lo mismo ocurre con nosotros: la energía que emana de las combinaciones de los elementos influye en nuestro temperamento, nuestra forma de ser con los demás y con nosotros mismos, el modo de ordenar los espacios que habitamos, y nuestras vocaciones profesionales.

También influencian nuestra capacidad de amar y ser amados, de integrarnos con nuestras parejas y compañeros de trabajo, familiares y amigos, es producto de una particular combinación de estos mismos elementos naturales.

La energía como una combinación dinámica de los cinco elementos es uno de los conceptos más complejos y fundamentales de la astrología china y uno de los más importantes de los que definen la conducta de la naturaleza en sus procesos biológicos y ecológicos.

Comportamiento del ser humano según la energía que lo rige

El elemento regente de un espacio o una persona, es aquel cuya energía prevalece en el todo que resulta de la combinación de los cinco que componen la estructura de la naturaleza.

Tal como lo indica su nombre, el elemento regente rige tanto la conducta como la función que cumple un objeto dentro del espacio, en el caso de las personas, además de su conducta y sus motivaciones personales, su temperamento y su modo de entender las cosas, el elemento regente determina sus relaciones con quienes comparten su vida.

A todo ser humano le corresponden dos elementos cuya conjunción define su carga energética personal, sin embargo es bien sabido que de esos dos elementos siempre prevalece uno sobre el otro y cumple la función de regente.

Identificar el elemento regente es muy fácil basta con comparar los dos elementos primarios; el que se deduce del número Kua y el que se obtiene por la hora natal, siguiendo el ciclo constructivo de los elementos se determina cual de los dos es el regente.

Para determinar el número Kua se siguen estos procedimientos

Calculo del número kua para hombres:

Se suman las dos últimas cifras del año de nacimiento.

Si el resultado es mayor que 10, se suman de nuevo los dos dígitos resultantes, para reducirlos a un número simple.

Se resta de 10 el número obtenido con esta operación para un hombre nacido en 1976 el número Kua es 6.

Cálculo: 7+6 = 13 1+3 = 4 10-4 = 6

Calculo del número Kua para mujeres:

De la misma manera se reducen las dos últimas cifras del año de del nacimiento a un solo dígito. A este número resultante se le suma 5.

Si el resultado fuese mayor de 10, se sumarán los dos dígitos resultantes, para obtener un solo dígito como resultado final. Una mujer nacida en 1979, tendrá como número Kua 3

Cálculo: 7+9 = 16 1+6 = 7 5+7 = 12 1+2 = 3

Correspondencia del elemento natural según el número Kua:

 Correspondencia del elemento natural por hora de nacimiento:

Conoce tus características energéticas según tus elementos

Elemento agua

Una persona cuyo elemento predominante es el agua, puede resultar excesivamente indulgente, comprensiva y protectora. Se manifiesta socialmente con un acentuado sentido de familiaridad, depone sus propios objetivos al servicio de otras personas y posee una inmensa capacidad de servicio y gran vocación de ayuda comunitaria. La planificación es la base de todas sus acciones. Es detallista y sus preocupaciones se centran en sus raíces históricas.

Elemento metal

Estas personas se caracterizan por su empuje y penetración. Son muy hábiles en el manejo de instrumentos de todo tipo, así como en la realización de actividades manuales. Poseen una particular capacidad para la construcción, confección y fabricación de casas y diversos objetos. También se les da muy bien la habilidad para las actividades intelectuales.

Elemento madera

Su personalidad y comportamiento público y familiar, se orientan hacia la colaboración y ayuda a los demás. Se acoplan perfectamente a todos los actos de creación que se les propongan, resultando excelentes compañeros de trabajo, son vulnerables a la violencia y agresiones de cualquier tipo, por lo que resultan muy sensibles y fáciles de herir.

Elemento Fuego

En efecto son fogosos, pero efímeros en sus relaciones, tienen un característico comportamiento impetuoso, los mueven las grandes pasiones , por lo cual se apagan con facilidad. Les gusta ser el centro de atención y exigen complacencia a sus requerimientos emocionales y afectivos. Proponen siempre soluciones apropiadas, pero carecen de paciencia para ejecutarlas por si mismas. Caminan por la vida en forma vertiginosa y sienten la necesidad imperiosa de competir y triunfar en cada una de esas acciones.

Elemento tierra

Adoptan un sentido práctico a la hora de actuar, por eso las personas regidas por este elemento no se dejan llevar por suposiciones, sino que permanentemente verifican la razón o causa de sus decisiones. Requieren de pruebas tangibles y criterios establecidos para realizar sus acciones. Son severas, extremadamente planificadas y difícilmente les invade la fantasía.

¿Cuál es tu elemento natural regente? ahora que sabes cual es tu factor energético predominante de seguro entenderás mejor varios aspectos de tu vida, que se te hacían un tanto enredados.