La International Rights Advocates, en nombre de 14 familias congoleñas, ha presentado una demanda contra varias compañías tecnológicas, entre ellas gigantes como Google, Apple, Microsoft y Tesla, por supuestamente “tener conocimiento” de que el cobalto utilizado en sus productos podría estar relacionado con explotación infantil.
“Los demandantes tienen evidencia de que Google, Apple, Microsoft y Tesla ayudaron e incitaron a que las minas abusaran y obligaran a estos niños a extraer cobalto en condiciones que los llevaron a la muerte”, aseguró al respecto de la demanda la International Rights Advocates (IRA) a través de un comunicado.
Según la oenegé, en estas minas ubicadas en la República Democrática del Congo “los pequeños se ven obligados a trabajar jornadas de tiempo completo y a realizar funciones extremadamente peligrosas”, que en muchas ocasiones les cuesta la vida.
Por este presunto crimen en contra de la infancia africana, IRA y las familias afectadas están pidiendo una compensación económica a estas empresas por “trabajo forzado, angustia emocional y negligencia en la supervisión de la cadena de producción”.
Y es que, de acuerdo a la denuncia, los fallecimientos se habrían producido en los túneles de extracción o por el derrumbe de las paredes de las minas.
Los documentos judiciales, de hecho, detallan que varios niños mineros quedaron enterrados vivos o han sufrido de heridas tras el colapso de un túnel, reseñó The Guardian.
Asimismo, la International Rights Advocates asevera que estas compañías no lograron regular sus cadenas de suministro y, en su lugar, prefirieron beneficiarse de la explotación laboral de menores de edad.
“El auge tecnológico ha provocado una explosión en la demanda de cobalto, pero en uno de los contrastes más extremos imaginables, el cobalto se extrae en la República Democrática del Congo -en condiciones extremadamente peligrosas- por los niños a los que se les paga un dólar o dos al día”, explica al respecto de la demanda el documento de IRA.
Este proceso de extracción sirve “para suministrar cobalto a los dispositivos fabricados por algunas de las empresas más ricas del mundo”, agrega el texto.
Entre otras compañías tecnológicas señaladas por las 14 familias congoleñas, se encuentra también el fabricante de computadoras Dell y dos compañías mineras, Zhejiang Huayou Cobalt y Glencore.
Al respecto de la denuncia, Glancore dijo en un comunicado al diario británico The Telegraph que “no compra, procesa ni comercializa ningún mineral extraído artesanalmente”. Igualmente, aseguró que tampoco “tolera ninguna forma de trabajo infantil, forzado u obligatorio”.
Por su parte, Microsoft dijo a The Telegraph que estaba comprometido con la adquisición responsable de cobalto, entre otros minerales, y que siempre investiga la forma en la que laboran sus proveedores para tomar medidas ante cualquier sospecha.
El cobalto es un mineral esencial para la fabricación de baterías de ion de litio que alimentan a los dispositivos electrónicos como computadores, teléfonos inteligentes y autos eléctricos.
Igualmente, el cobalto se puede hallar en motores de aviones, cohetes, centrales nucleares, turbinas, herramientas de corte, incluso prótesis artificiales de cadera.
Debido a su utilidad, entre el 2016 y el 2018, el precio de este mineral se disparó a más de 90.000 dólares por tonelada luego de haber costado 26.000 dólares. Los precios, no obstante, volvieron a caer este 2019.
A pesar de esto, la extracción de cobalto en el mundo ha estado en la mira de la comunidad internacional debido a las irregularidades que hay alrededor de su producción, así como abuso a los derechos humanos, minería ilegal y corrupción.
Unicef estima, de hecho, que hay alrededor de 40.000 niños trabajando en minas en el sur de la República Democrática del Congo.