Entrenar un perro a simple vista parece una tarea laboriosa, pero con la ayuda adecuada, podemos convertirlo en nuestro mejor amigo y compañero para siempre. Todo este tipo de instrucciones que se le dan a este animal doméstico no son precisamente, en primera instancia, para que haga trucos o desarrolle habilidades que fascinen a la gente. Al contrario, son para que su comportamiento sea armónico, no solo con el ambiente que lo rodea, sino también con la interacción que mantendrá con la gente.
Especialmente con niños, que por inmadurez son capaces de hacer cosas como jalarles la cola o las orejas provocando reacciones peligrosas en los canes. Lo importante es que la mascota se convierta en una fuente de amor, de diversión y que no requiera atenciones especiales para evitar que destroce la casa o muerda a las personas.
No hagas esto al entrenar un perro:
Estas indicaciones iniciales, para controlarnos nosotros los humanos antes de hacer acciones indebidas al entrenar un perro, que nos derive a un problema de conducta del animal peor:
Castigos físicos:
El miedo o el dolor no son fuente de conocimiento para un animal. Es por eso que cada vez que te digan que necesitas un periódico o un arma para imponerte ante un perro, estás enseñándole violencia y no acciones concretas que deseas que maneje por su cuenta. Cuando golpeas a un perro, corres el riesgo de que te responda con un ataque.
- Puedes entrenar a tu perro para que te ayude a relajarte, o puedes usar estas técnicas, especialmente útiles en tiempos de pandemia.
No imponer límites:
Si no defines términos y permites que el perro haga lo que quiera, no sabrá que está bien y que no. Hay formas sin violencia de entrenar un perro y darle restricciones sobre los lugares en los que puede estar y cuáles no, qué tipos de juegos puede emplear y cómo cuidar los muebles de tu hogar.
Reprender al animal por un accidente:
Perfectamente el perro se puede tropezar y romper ese florero que tanto querías. Naturalmente te molestara, pero tu reacción no debe ser responsabilizarlo cuando se trate de algo que hizo sin querer.
No controlar su comida:
Si el perro come lo que quiera, nuevamente estamos dejando que crezca y no aprenda de límites. Si no regulas las porciones de alimento, no solo no estás cuidando de su salud, sino que también estás ignorando uno de los instrumentos de disciplina más útiles para controlar la conducta del can.
No sacarlos a pasear:
Al entrenar un perro, debes controlar los espacios en los que se desenvuelven sus actividades. El confinamiento es muy mala idea para un animal, pues no le estás enseñando a comportarse en diferentes ambientes. Además, no sacarlo de paseo es equivalente a mantenerlo prisionero.
Mantenerlo con la correa puesta:
La correa, así como la alimentación, sirve como instrumento correctivo. Este accesorio de paseo simboliza para el animal mensajes claros como que va a pasear, que a casa viene visita y que en general, debe tener un comportamiento diferente al que habitualmente tiene en su estado natural.
Tenerlo sin supervisión médica:
Las visitas al veterinario no son solo para las vacunas o cuando se enferma. Una revisión periódica de su estado de salud te ayuda a ti como entrenador a mantener vigilado el rendimiento de tu mascota y te evita complicaciones sorpresa con la salud de tu perro.