El Ministerio de Exteriores de España envió una carta a las autoridades británicas en la que amenaza con emprender acciones legales por lo que considera una violación del principio de soberanía por un proyecto urbanístico – formado por 665 viviendas de protección oficial, seis torres de hasta 33 pisos, incluyendo terreno ganado al mar – acometido en Gibraltar, un mar que España considera aguas territoriales españolas.
El proyecto se conoció en 2017 y en aquella ocasión el Gobierno español protestó formalmente ante Reino Unido, el 19 de octubre de ese año. El pasado enero, el diputado de Ciudadanos Fernando Maura, preguntó al Gobierno si tomó y está tomando medidas para evitar que el proyecto se culmine.
“Las autoridades españolas continuarán recabando la información al respecto y utilizarán los medios legales a su alcance para intentar impedir cualquier tipo de construcción o desarrollo urbanístico en aguas ganadas ilegalmente al mar”, respondió el Ejecutivo.
Además, añadía que ha realizado y realizará “gestiones con terceros con un objetivo disuasorio”, es decir, para frenar el apoyo que terceras partes “puedan prestar al desarrollo de las obras”, dentro del marco de la “legalidad internacional y la práctica diplomática”.
Exteriores alude ahora a “nuevas informaciones” que inducen a pensar que el proyecto sigue en pie. En consecuencia, el Gobierno “insta a que se detengan estas operaciones”. Si la exigencia no prospera, “se reserva su derecho a emprender las acciones legales que estime más apropiadas para defender su posición”, explicaron a EL PAÍS fuentes de ese departamento.
Sin embargo, el Gobierno español aclaró al diputado que el Gobierno no realiza gestiones formales con ninguna autoridad del Peñón, porque lo considera un “territorio no autónomo pendiente de descolonizar”, sino con Reino Unido, es decir, entre Estados soberanos. Eso sí, a las gestiones bilaterales se suman las reivindicaciones en el marco de la ONU y de la UE.
Vista del aeropuerto internacional de Gibraltar./ FOTO: JON NAZCA REUTERS
El Tratado de Utrecht de 1713
Ahora bien, el Tratado de Utrecht de 1713, por el que España cedió ese territorio al reino británico, solo contemplaba la ciudad, el castillo, el puerto y las fortalezas. En relación, el portal La Vanguardia informó que la soberanía de las aguas en torno al Peñón es motivo de incidentes frecuentes entre España y Reino Unido. “La posición histórica española es que Gibraltar no tiene más aguas propias que las del puerto, porque en el Tratado de Utrecht no se cedió a Reino Unido más que la ciudad, el castillo, las defensas y el puerto. Londres, en cambio, considera que hay una franja de “aguas territoriales británicas de Gibraltar” en torno al Peñón”.