España es uno de los países que actualmente se ve sumamente afectado por la pandemia del coronavirus, tanto así que ya los hospitales y las morgues no son suficientes para la cantidad de enfermos y muertos por dicho virus.
Por esta razón, El palacio de hielo y la ciudad de la justicia que están situados en Madrid adquirieron un significado y uso triste, ya que fueron convertidas provisionalmente en morgues de emergencia. En las cuales nadie puede llorar tan siquiera cerca a sus familiares muertos por miedo al contagio, solo los cuerpos son dejados aquí para que el coche fúnebre venga a recogerlos.
Para este jueves, España ya supera los 10.000 muertos y los 110.000 contagiados en tan solo dos meses que se detectó la epidemia.
El ministro de sanidad expreso que España en el segundo país con más número de casos en toda Europa. Además la situación laboral en España se está viendo sumamente afectada y no es ajena a la crisis global.
En la ciudad de Madrid la comunidad se encuentra en luto colectivo, ya que en tan solo una semana hubo 4.000 muertos por coronavirus, teniendo que recurrir a la habilitación de espacios, como es el caso del palacio del hielo para usarlo como morgue de tipo provisional.
De edificios futuristas a Morgues
La pista, denominado el paraíso olímpico de patinadores, contando con 1.800 metros cuadrados y con una temperatura que está entre los 8 y 10 grados bajo cero, es ahora el templo que permite la conservación de cadáveres.
El Palacio, ubicado en un centro comercial de Hortaleza, ahora está albergando unos 700 cadáveres.
En los últimos días fue acondicionada una segunda morgue entre el aeropuerto de Barajas y la ciudad deportiva del reconocido Real Madrid. Se trata de un edificio futurista circular que se convirtió en el Instituto Anatómico Forense de la ciudad de la Justicia. En este en sus inicios se podrán albergar unos 230 cadáveres.
El gobierno de Madrid considero esta habilitación como una medida excepcional y temporal que facilitara el trabajo de todos los servicios funerarios y ayudara a solventar un poco la situación que se vive en los hospitales.