La alta comisionada de los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, indicó este lunes, 08 de julio, que está consternada por las condiciones en las que el gobierno de EE.UU. mantiene a los inmigrantes y refugiados detenidos, inclusive a los niños.
Como pediatra, pero también como madre y exjefa de Estado, estoy profundamente impactada por que haya niños obligados a dormir en el suelo en instalaciones abarrotadas, sin acceso a un cuidado de salud adecuado y con pobres condiciones sanitarias, puntualizó Bachelet en un comunicado.
Las oficinas de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos en México y Centroamérica documentaron las numerosas violaciones de los derechos humanos contra migrantes y refugiados que están en tránsito hacia EE.UU.
Entre los abusos identificados están el uso excesivo de la fuerza, detenciones arbitrarias, separación de familias, negación de servicios esenciales, así como repatriaciones y expulsiones forzadas.
Hay que recordar que el mandatario de EE.UU., Donald Trump, colocó como pilar de su mandato ponerle mano dura a la inmigración y sigue como meta para la reelección en el año 2020.
“Trato cruel, inhumano y degradante”
Los congresistas demócratas y activistas por los derechos civiles que han visitado los centros de detención de inmigrantes describieron duras condiciones marcadas por la superpoblación y un acceso inadecuado a la comida, el agua y otras necesidades básicas.
Por otro lado, Bachelet explicó que “en la mayoría de esos casos, los migrantes y refugiados se embarcaron en viajes peligrosos con sus niños en busca de protección y dignidad y lejos de la violencia y el hambre”.
De hecho, puntualizó que los niños nunca deben ser detenidos por razón de su estatus migratorio o separados de sus familias; y que es muy importante que las autoridades estadounidenses encuentren alternativas que no impliquen su encierro.
Cuando creen finalmente que han llegado a la seguridad, pueden verse separados de sus seres queridos y encerrados en condiciones indignas. Esto no debería ocurrir en ninguna parte”, agregó.
Más aun, diversas instancias de derechos humanos de la ONU, a las que la alta comisionada hizo referencia, establecieron que la detención de los niños migrantes puede llegar a considerarse como un “trato cruel, inhumano y degradante que está prohibido por el derecho internacional”.
En cualquier caso en el que se proceda a la detención de un migrante, esta debe ser por el tiempo más corto posible y en condiciones que respeten sus derechos.
Privar a los adultos de su libertad debería ser la última opción y por el periodo más corto posible, con salvaguardas legales y en condiciones que cumplan los estándares internacionales de los derechos humanos, indicó.
Al tiempo que dijo que “la gestión fronteriza (…) no debería estar basada en políticas estrechas destinadas solo a detectar, detener y deportar de forma expedita a los migrantes irregulares”.
