De acuerdo a datos oficiales, al menos 14 personas murieron y otras tantas resultaron heridas en un nuevo ataque terrorista a una iglesia protestante durante los servicios religiosos del pasado domingo, 1 de diciembre.
Así lo confirmó el presidente del país del Oeste africano, Roch Marc Christian Kabore, quien además condenó el “barbárico” ataque desde su cuenta oficial en Twitter.
En este sentido, Kabore ofreció sus más “profundas condolencias a las desconsoladas familias” y deseó una “recuperación apresurada a los heridos”.
El más reciente ataque a la fe católica, tuvo lugar en horas de la tarde en Hantoukoura, un pueblo ubicado en la provincia de Komandjari, donde hombres fuertemente armados irrumpieron en el templo y dispararon contra los fieles.
De acuerdo a una fuente de seguridad, en declaraciones para la agencia de noticias EFE, los asaltantes, quienes aún no han sido identificados, ejecutaron fríamente a los civiles, incluyendo al Pastor de la iglesia.
“Los niños no se salvaron”, agregó la fuente a EFE en la misma declaración.
Por su parte, el gobernador de esta región del Este de Burkina Faso, el coronel Saïdou Sanou, aseguró que “las fuerzas de defensa y de seguridad lanzaron una operación para socorrer a las personas heridas y emprendieron un rastreo de la zona”.
El gobierno, por su parte, aseguró en un comunicado que las fuerzas armadas de la nación se encontraban atendiendo a los afectados, así como haciendo un rastreo del área.
De acuerdo a Al Jazeera, hasta el año 2015 Brukina Faso logró escapar de la violencia que afectó a Mali y luego a Níger, sus vecinos del norte. Sin embargo, atacantes – muchos ligados a Al Qaeda, mientras que otros al Estado Islámico de Iraq y el Levante (ISIL o ISIS) – comenzaron a infiltrarse desde el norte, antes de moverse hacia el Oriente con camino hacia las fronteras sureñas y occidentales.
Esta infiltración ha causado disturbios en Burkina Faso, los cuales, a su vez, han provocado tensiones religiosas y étnicas, haciendo grandes regiones del país ingobernables.
Fue a finales de abril, de hecho, cuando Burkina Faso sufrió su primer ataque a una iglesia tras el asesinato de un pastor en la región de Sahel cinco días antes.
En este atentado, seis personas fallecieron a manos de un grupo de hombres armados.
En mayo, igualmente, dos templos católicos fueron atacados. Entonces cuatro católicos fueron asesinados cuando portaban una estatua de la virgen María en una procesión en la región centro-norte.
Burkina Faso es uno de los cinco países que componen la fuerza transfronteriza conjunta G5 Sahel, junto a Mali, Mauritania, Níger y Chad, con el objetivo de combatir el terrorismo yihadista en la región.
