Este lunes, una joven estudiante de 18 años intentó suicidarse prendiéndose en fuego a lo bonzo para luego lanzarse por una ventana de la primera planta de su instituto de estudios, han informado medios locales.
De acuerdo al diario Le Parisien, compañeros de la afectada aseguraron que la joven sufría de problemas psicológicos y había atentado contra su propia vida en otras oportunidades.
En este sentido, un estudiante del curso de la adolescente dijo que la chica se quemó en plena clase. “Se transformó en una antorcha humana, después salió al pasillo y se tiró por la ventana”, relató el joven testigo.
Por su parte, los trabajadores del centro educativo se encargaron de apagar el fuego antes de que los bomberos arribaran al lugar de los hechos. Finalmente, fueron los funcionarios contra el fuego quienes evacuaron a la joven de 18 años en helicóptero, informó Le Parisien.
Según la Fiscalía de Bobigny, de la región parisina de Île de France, la vida de la adolescente se encuentra actualmente en estado de urgencia absoluta. La joven está internada en el hospital al que fue transportada por los Bomberos.
No es la primera vez que en Francia una persona se prende en fuego para acabar con su vida. El pasado 8 de noviembre, de hecho, otro estudiante intentó suicidarse quemándose a lo bonzo con el fin de denunciar la precariedad estudiantil.
Este caso, no obstante, ocurrió en Lyon, al este de la nación europea.
El joven, de 22 años, quien también había quedado en un estado entre la vida y la muerte, había anunciado a través de su cuenta en Facebook que iba a cometer un acto irreparable como gesto político con el que rechazaba la falta de becas y la dificultad que tienen los jóvenes para llegar a fin de mes.
“Acuso a Macron, Hollande, Sarkozy y a la Unión Europea de haberme asesinado al crear incertidumbres en el futuro de todos”, escribió el joven, quien fue identificado como Anas K.
Su gesto, finalmente, sirvió para que se iniciaran protestas al respecto de la problemática que el veinteañero llamó a colación. Igualmente, abrió el debate sobre la situación precaria de los estudiantes.
En Francia, un programa de licenciatura en una universidad pública tiene un costo de 170 euros (187 dólares) al año. Muchas de las “Grandes Écoles”, las universidades elitistas de Francia, cobran basado en los ingresos de sus estudiantes o sus padres.
Asimismo, el Estado también ofrece becas a los estudiantes con el fin de subsidiar sus gastos. En el año 2017, el 39 % de los estudiantes calificaban para asistencia financiera. Sin embargo, a muchos les cuesta acceder a los estudios, y es que uno de cada cinco estudiantes franceses vivían debajo de la línea de la pobreza para el 2017.
De acuerdo a un reporte de la Unión Nacional de Estudiantes de Francia, casi la mitad de la población estudiantil trabaja para financiar sus estudios, reseña The New York Times.