La gran muralla tiene al menos 2000 años de antigüedad, y esto la ha convertido en un símbolo de excelencia en China, por cuanto se considera como la séptima maravilla del mundo moderno. Sin embargo, esto no significa que no puede estar deteriorándose debido a los embates del clima y con el pasar de los años.
La acción de la naturaleza misma, las guerras, las malas costumbres de los turistas, y mucho más… Han ocasionado que esta muralla empiece a ceder sus muros, deteriorándose y perdiendo fortaleza cada vez más.
La Muralla China y la tecnología moderna
A pesar de que cuenta con más de 21.000 km de longitud que necesitan urgentemente una restauración, la verdad, debido a su ubicación remota y difícilmente accesible, se requiere de la tecnología moderna inventada en pleno siglo XXI para poder restaurarla evitando mucho más daño.
De acuerdo a comentarios de Stephen McDonell, corresponsal del canal de noticias BBC en dicho país:
Algunas estructuras han colapsado y se han vuelto prácticamente imposible de alcanzar y estudiar
Esto significa que la clave se encuentra en la colaboración de la tecnología moderna, para que esta obra maestra continúe de pie por muchos años más.
Los Drones forman parte de la solución al deterioro de la Muralla China
Gracias a que empresas como Intel en conjunto con la fundación China para la conservación del patrimonio cultural, han unido sus esfuerzos por restablecer la muralla china, la aplicación de drones de última generación forman parte del equipo. Éste equipamiento es capaz de llegar a aquellas áreas que son inalcanzables por los humanos. Y una vez en el sitio, son capaces de capturar datos de interés particular en tercera dimensión.
Con todo esto se busca identificar cuáles son las zonas de la muralla que han sufrido más daño, y con el estudio de dichas áreas, se puede buscar una solución mucho más inteligente para restaurar las partes más perjudicadas de forma urgente.