Este miércoles, Nueva Zelanda inauguró el primer banco de esperma del mundo en recibir y proporcionar semen procedente de portadores del virus de inmunodeficiencia adquirida, con el fin de ayudar a reducir el estigma social alrededor de esta enfermedad.
Esta iniciativa ha sido puesta en marcha por parte de tres oenegés locales para demostrar al público que el virus del VIH no puede transmitirse mediante la reproducción cuando el portador recibe el tratamiento adecuado con retrovirales.
Este banco, que ha abierto sus puertas días antes del Día Mundial de la Lucha contra el Sida (1 de diciembre), lleva por nombre “Sperm Positive” (Esperma Positivo) y funciona exclusivamente a través de Internet, donde el banco se encarga de poner en contacto a personas receptoras y a los donantes con clínicas de fertilidad para realizar la inseminación.
“Sperm Positive también está diseñado para concienciar sobre la disponibilidad y receptividad de servicios de fertilidad para personas que tienen VIH. Un hecho que es poco conocido”, explica el banco.
Hasta el momento, tres hombres que reciben su tratamiento retroviral han donado al banco, añade el diario local New Zealand Herald.
De acuerdo al medio británico The Guardian, las personas seropositivas que han realizado su tratamiento retroviral con éxito, pueden vivir con una carga viral del VIH indetectable. Esto significa que la cantidad del virus en la sangre de una persona es tan baja que no puede ser detectada por los métodos estandarizados.
Aunque esto no significa que la enfermedad ha sido curada, si permite un estilo de vida normal, hasta el punto en el que el afectado puede mantener relaciones sexuales sin condón o gestar sin poner en peligro al feto.
Al respecto, el donante Damien Rule-Neal, explicó que en Nueva Zelanda existe una gran falta de educación en el público sobre lo que un “estatus indetectable” significa, por lo que ha vivido situaciones de discriminación tanto en su trabajo, como en su vida personal.
Rule-Neal fue diagnosticado con VIH en 1999. Sin embargo, inició su tratamiento hace unos 18 años y ya ha sido confirmado “indetectable”.
“Tengo muchos amigos que también están viviendo con el VIH y que han logrado tener hijos”, dijo.
“Tener la posibilidad de ayudar a otros es tan gratificante, pero también quiero mostrarle al mundo que la vida no se detiene después de un diagnóstico, y ayudar a acabar con el estigma”.
Actualmente, alrededor de 3.800 personas en Nueva Zelanda son seropositivas. El país oceánico tiene una población de poco más de 4,7 millones de habitantes.
En el mundo, en este sentido, existen un total de 37,9 millones de personas portadoras del virus del VIH, de acuerdo a datos ofrecidos por la agencia de la Organización de las Naciones Unidas, Onusida.