De acuerdo a un informe de Unicef, uno de cada tres niños pequeños en el mundo sufre de desnutrición o sobrepeso, lo que puede traer diversos problemas de salud a lo largo de la vida del infante.
El fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) detalla que unos 227 millones de niños están sufriendo de estos problemas alimenticios del total de 676 millones que hay en el mundo, señala el informe, el cual sería el más extenso sobre el tema en los últimos 20 años.
En este sentido, el documento explica que diferentes variables económicas y sociales comprometen la salud a partir de los hábitos alimenticios de los menores, como la persistencia de la pobreza, el cambio climático y la globalización de las formas de alimentarse, lo que ha propiciado que se acumule la desnutrición, el sobrepeso, así como la carencia alimentaria, flagelo que afecta a unos 340 millones de niños en el mundo.
“Muchos países en América Latina, Asia del Este y el Pacífico creían haber relegado la malnutrición a los problemas del pasado, pero ahora descubren que tienen un problema nuevo muy importante”, explicó Víctor Aguayo, jefe del programa de nutrición de Unicef a la agencia de noticias AFP.
Aguayo, en este sentido, apuntó a la problemática de desnutrición por sobrepeso.
Todavía hay una gran proporción de niños desnutridos y al mismo tiempo hay ahora una gran pandemia de sobrepeso y obesidad infantil, considerada una emergencia nacional por el gobierno [de México].
Por su parte, Henrietta Fora, quien es la directora de Unicef, exhortó a los padres y representantes a cuidar la forma de alimentación de los más pequeños en un comunicado que acompaña al informe.
La manera en que entendemos y respondemos a la malnutrición debe cambiar: no se trata de dar solamente a los niños suficiente comida, ante todo hay que darles la buena alimentación.
De acuerdo a la agencia de Naciones Unidas para la infancia, el número de niños que no recibe suficiente comida con respecto a sus necesidades nutricionales retrocedió entre 1990 y 2005 en un 40 %. No obstante, el problema prevalece en gran medida en muchos países, sobre todo los de la región del Subsahara del África y el sur de Asia.
En este sentido, es la desnutrición el principal problema alimenticio que sufren los niños en el mundo, cuatro veces más que el sobrepeso.
En algunos casos, señala Unicef, se trataría de “hambre escondida”, debido a que muchos pequeños recibirían las calorías suficientes para su dieta diaria, pero la alimentación no es apropiada, por lo que carecen de minerales y vitaminas indispensables para su correcto desarrollo físico y mental.
Esta problemática, señala Unicef, iniciaría tan temprano como desde la etapa de la lactancia materna, debido a que muchos niños no son amamantados actualmente y ha habido una creciente diversificación alimentaria a través de suplementos que no favorecen a los bebés.