El presidente de China, Xi Jinping, ha amenazado a los separatistas chinos con que terminarán “con el cuerpo aplastado y los huesos rotos” si impulsan sus ideales contra una República Popular China desunida, publicó este lunes la edición digital del periódico estatal Diario del Pueblo.
“Quienquiera que intente actividades separatistas en cualquier parte de China terminará con el cuerpo aplastado y los huesos rotos, y cualquier fuerza externa que apoye esos intentos será considerada por el pueblo chino como quimérica”, expresó el mandatario chino durante una visita oficial al Estado de Nepal este fin de semana, en la que se reunió con el primer ministro del vecino país, K.P. Sharma Oli.
En este sentido, el jefe de Estado agradeció al pueblo y gobierno nepalí su “firme adhesión a la política de una sola China”, al rechazar que Hong Kong, Taiwán y el Tíbet pretendan independizarse del gigante asiático.
Por su parte, K.P. Sharma Oli aseveró que su país “no permitiría a ninguna fuerza utilizar el territorio nepalí para llevar a cabo actividades separatistas anti-chinas”.
A mediados de la década de los 50, el Tíbet se incorporó a la República Popular China y, actualmente, el gigante asiático gobierna el Tíbet occidental y central con la Región Autónoma del Tíbet. No obstante, esta región asiática, fronteriza con la India, Nepal y Bután está buscando lograr su independencia del país liderado por Xi Jinping, cuyo gobierno acusan de maltratos y violación a los Derechos Humanos.
Estas declaraciones del presidente chino llegan, además, en medio de las fuertes protestas en Hong Kong, excolonia británica que retornó a dominio chino en 1997 y que actualmente se encuentra inmersa en una fuerte crisis política y social.
Estas protestas, las cuales ya arribaron a su decimonovena semana, buscan una expansión de la democracia en la ciudad semiautónoma tras haber rechazado un proyecto de ley de extradición que impulsaba los juicios de hongkoneses en tribunales de la China continental, poniendo así en peligro la libertad de expresión de Hong Kong.
Sin embargo, de acuerdo a Xi Jinping, estas masivas movilizaciones serían parte de un plan extranjero liderado por Washington.
En cuanto a Taiwán, Pekín ha endurecido su posición ante la amenaza de independencia de la isla tras la elección en el año 2016 de la presidenta Tsai Ing-wen, quien se niega a reconocer que Taiwán sea parte de “una China”.
A pesar de esto, China se niega a perder soberanía sobre el territorio autónomo desde 1949.
Expansión de la influencia china
Durante su visita oficial a Nepal, por otra parte, el presidente Chino y el primer ministro nepalí firmaron una serie de acuerdos que prevén expandir el dominio chino en la región a través de la construcción de un tren transhimalayo que busca “aligerar la influencia de India y obligará a Nueva Delhi a pensar dos veces antes de imponer un bloqueo económico como lo hizo en 2015”, de acuerdo al profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Tribhuvan de Nepal, Kapil Shrestha.
“Para China, Nepal, con un gobierno favorable en Katmandú, es la ruta más fácil para extender sus tentáculos en el sur de Asia”, agregó Shrestha, quien explicó que el país budista no debe comprometer sus valores democráticos con el fin de mejorar lazos diplomáticos con China.