Este viernes, el caso del trabajador administrativo de la Prefectura de París que mató a cuatro de sus compañeros pasó a la fiscalía antiterrorista debido a una pista que conectaría al hombre con alguna forma de radicalismo religioso.
De acuerdo a varias fuentes, diversas pistas recabadas por los investigadores de la fiscalía de París han conducido a la hipótesis de que el atacante, Mickaël H., habría sido próximo al movimiento salafista del Islam, un grupo de ultraderecha que llama al retorno a las tradiciones puristas y más conservadoras de la religión.
Al respecto, una de las vecinas de Micakël H afirmó a AFP que el hombre era “alguien muy tranquilo” que “iba a la mezquita, pero que tenía una práctica [religiosa] normal”, por lo que no habría levantado sospechas de lo que terminaría haciendo.
Por su parte, el subsecretario de la asociación musulmana de Gonesse, Adelaziz, quien también era amigo del agresor comentó que el hombre parecía tener problemas con su discapacidad, y es que Mickaël, quien tenía 20 años de experiencia en el área administrativa, era sordo.
“Me habló de su falta de evolución profesional, debida a su discapacidad. Estaba acomplejado”, explicó Adelaziz a la agencia francesa de noticias.
El pasado jueves, 3 de octubre, Mickaël H. mató a cuatro de sus compañeros de trabajo con un cuchillo cerámico, luego de haber perdido, aparentemente, el control de sí mismo al irrumpir “a navajazos contra quienes se encontraban a su alrededor”.
El hombre, primero segó la vida de dos policías y un empleado administrativo en el primer piso del edificio de la Prefectura, ubicado en las cercanías de la catedral de Notre Dame.
Luego Mickaël H. fue a las escaleras, donde atacó a dos mujeres, de las cuales una falleció. El hombre luego bajó al patio donde finalmente fue abatido con un arma de fuego.
Al principio, se tomó el caso como un posible ajuste de cuentas.
El ministro de Interior de Francia, Christophe Castaner, dijo al respecto del agresor que “no había mostrado nunca dificultades de comportamiento” ni tampoco causó “la más mínima señal de alarma”.
Este posible ataque terrorista llega después de que miles de policías protestaran como forma de llamado de atención ante el malestar que sienten los oficiales en la institución, el aumento de los suicidios y la reforma a su sistema de pensiones.
Esta movilización, asimismo, buscaba alertar sobre el cansancio, el desgaste y la multiplicación del trabajo ante las protestas del movimiento “Chalecos Amarillos”.