El papa Francisco aseguró este jueves (05-09-19) desde la catedral de la Inmaculada en Maputo, Mozambique, que la iglesia católica se está “momificando” por no saber ajustarse a los nuevos escenarios del mundo.
“Queridos hermanos y hermanas, nos guste o no, estamos llamados a enfrentar la realidad tal como es. Los tiempos cambian y debemos reconocer que a menudo no sabemos cómo insertarnos en los nuevos escenarios”, expresó el máximo líder de la iglesia católica ante un público de 2.500 fieles.
“No podemos soñar con las ‘cebollas de Egipto’, olvidando que la Tierra prometida está delante y no atrás, pues en ese lamento por los tiempos pasados nos vamos petrificando, momificando. Y no está bien una religiosa, un sacerdote o un catequista momificado”, aseveró el pontífice en un llamado a los católicos a ubicarse en tiempo y espacio.
Nos momificamos y no es bueno que un obispo o un sacerdote en vez de profesar la Buena Nueva anuncie una cosa gris que no enciende el corazón de nadie.
En ese sentido, el argentino también llamó a los católicos mozambiqueños a no caer en “cierta mundanidad espiritual”, “por la fascinación de mil propuestas de consumo que no nos podemos quitar de encima para caminar, libres, por los senderos que nos llevan al amor de nuestros hermanos”.
Por otra parte, el pontífice exhortó a la ciudadanía a estar siempre dispuesto a “visitar” y acortar distancias entre las personas, con respecto a la guerra civil que durante años se vivió en el país africano.
“No se puede ser parte del problema de las competencias, menosprecios y divisiones de unos con otros, sino puerta de solución, espacio donde sea posible el respeto, el intercambio y el diálogo”, aseguró Bergoglio.
Los comentarios del papa llegan tras la denuncia del líder jesuita, el papa negro, Arturo Sosa, quien aseguró que fuerzas dentro y fuera del Vaticano están haciendo presión para lograr que Francisco renuncie a su cargo.
De acuerdo a Sosa, se trataría de un movimiento “ultraconservador” que buscaría impulsar una elección papal con el fin de que no se continúe el camino iniciado por Francisco.
“[En Europa existe una nostalgia] por un pasado idealizado, como si la sociedad de Europa fuera una sociedad cristiana perfecta. […] La gente vive nostálgicamente por un pasado que nunca existió”.
El papa Francisco llegó a Mozambique el miércoles pasado para una visita apostólica de tres días, como parte de su cuarto viaje a África, que continuará en Madagascar.