Entre el 10 y el 30% de las personas se hacen llamar “personas de gatos”, es decir, que aceptan no ser personas de perros.
Además, ¿Sabías que los científicos descubrieron que los amigos felinos pueden no ser buenos para nuestros muebles, pero, pueden hacer algunas contribuciones a nuestra salud física y mental?
Pero recuerda que tener un gato es una gran responsabilidad y un compromiso de por vida.
Ventajas de tener un gato respaldadas por la ciencia
1. Bienestar
Según un estudio australiano, los dueños de gatos tienen mejor salud psicológica que las personas sin mascotas. En los cuestionarios, afirman sentirse más felices, más seguros y menos nerviosos, y dormir, concentrarse y enfrentar mejor los problemas en sus vidas.
En otro estudio, las personas con gatos informaron haber experimentado menos emociones negativas y sentimientos de aislamiento que las personas sin gatos. De hecho, los solteros con gatos estaban de mal humor con menos frecuencia que las personas con un gato y una pareja.
2. Adoptar un gato también podría ser bueno para tus hijos
En una encuesta realizada a más de 2.200 jóvenes escoceses de entre 11 y 15 años de edad, los niños que tenían un fuerte vínculo con sus gatitos tenían una mejor calidad de vida. Cuanto más unidos estaban, más se sentían en forma, enérgicos, atentos y menos tristes y solitarios; y cuanto más disfrutaban de su tiempo a solas, en el tiempo libre y en la escuela.
3. Estrés
En un estudio, los investigadores visitaron a 120 parejas casadas en sus hogares para observar cómo responderían al estrés y si los gatos eran de alguna ayuda.
Conectados a los monitores de frecuencia cardíaca y presión arterial, las personas fueron sometidas a un gran número de tareas desalentadoras.
Antes de que comenzaran las tareas estresantes, los dueños de gatos tenían una frecuencia cardíaca y presión arterial en reposo más bajas que las personas que no tenían mascotas. Y durante las tareas, a los dueños de gatos también les fue mejor: tenían más probabilidades de sentirse desafiados que amenazados, su frecuencia cardíaca y su presión arterial eran más bajas, e incluso cometieron menos errores matemáticos.
De todos los diversos escenarios, los dueños de gatos parecían los más tranquilos y cometían la menor cantidad de errores cuando su gato estaba presente. En general, los dueños de gatos también se recuperaron más rápido fisiológicamente.
4. Relaciones
Una investigación ha encontrado que los dueños de gatos son más sensibles socialmente, confían más en otras personas y les gustan más las personas que las personas que no tienen mascotas.
“Los sentimientos positivos sobre los perros / gatos pueden generar sentimientos positivos sobre las personas, o viceversa”, señalan Rose Perrine y Hannah Osbourne, de la Universidad Eastern Kentucky.
Cuando alguien, humano o animal, nos hace sentir bien y conectados, aumenta nuestra capacidad de amabilidad y generosidad hacia los demás.
“Las mascotas parecen actuar como ‘catalizadores sociales’, induciendo el contacto social entre las personas”, señaló el investigador británico Ferran Marsa-Sambola y sus colegas.
Una mascota puede ser aceptable, abiertamente cariñosa, coherente, leal y honesta, características que pueden satisfacer la necesidad básica de una persona de sentirse valiosa y amada, aseguró.
5. Salud
Finalmente, a pesar de lo que haya escuchado sobre los parásitos cerebrales, hay una gran cantidad de evidencia de que los gatos podrían ser buenos para nuestra salud.
En un estudio, los investigadores siguieron a 4.435 personas durante 13 años. Las personas que habían tenido gatos en el pasado eran menos propensas a morir de un ataque cardíaco durante ese tiempo que las personas que nunca habían tenido gatos, incluso si se tienen en cuenta otros factores de riesgo como la presión arterial, el colesterol, el tabaquismo y el índice de masa corporal.
En otro estudio, James Serpell de la Universidad de Pennsylvania siguió a dos docenas de personas que acababan de comprar un gato. Al mes le realizaron una encuesta, las personas habían reducido las quejas de salud como dolores de cabeza, dolor de espalda y resfriados, aunque (en promedio) esos beneficios parecían desvanecerse con el paso del tiempo.
Como especula Serpell, es posible que las personas que forman una buena relación con su gato continúen viendo beneficios, y las personas que no, bueno, no lo hacen.