¿Alguna vez has encontrado que tener un orgasmo te calma? No estás sola. De hecho, ¿Sabías que puede ayudarte a que la piel se mantenga sola?
Planned Parenthood informó en una encuesta que el 39% de 2.632 mujeres estadounidenses informaron que se masturbaban para relajarse.
Otros estudios han encontrado que los bajos niveles de oxitocina en el torrente sanguíneo se correlacionan con altos niveles de estrés, tensión y trastornos de ansiedad. Y cuando estás estresado, un órgano grande como tu piel podría sufrir el golpe más fuerte. El estrés no solo puede provocar inflamación en afecciones como la rosácea y la psoriasis, sino que también puede desencadenar esos brotes tan molestos que todos experimentamos.
Por otro lado, hay una fuerte correlación entre la falta de sueño y el acné, por lo que los médicos recomiendan dormir durante ocho horas completas para permitir que la piel realice el mantenimiento necesario para una piel radiante.
El sistema inmunitario y la inflamación también se curan durante los períodos de sueño profundo y prolongado. Así que aproveche ese impulso de darse la vuelta y quedarse dormido justo después de llegar al clímax.
Todos los orgasmos granizan el estrógeno
Un estudio realizado en el año 2009, en la Universidad de Michigan, descubrió que tener un orgasmo aumenta los niveles de estrógeno en tu cuerpo. Y eso es bueno… dado que, el estrógeno en realidad parece ayudar en la prevención del envejecimiento de la piel de varias maneras.
Primero previene la disminución del colágeno, una proteína importante para mantener la apariencia de la piel juvenil. También ayuda con el grosor de la piel, manteniendo la piel resistente a las arrugas.
Y finalmente, el estrógeno también puede retener la humedad de la piel, manteniéndola llena de grasa.
Piel brillante
Si te preguntas de dónde viene exactamente ese brillo después del sexo, tenemos la respuesta.
Durante las relaciones sexuales, hay un aumento en la velocidad de la sangre que fluye a través de tu cuerpo, lo que significa que más de esas células sanguíneas que transportan oxígeno pueden llegar a tu cara.
Cuando tus vasos sanguíneos comienzan a dilatarse, obtiene ese aspecto rosado y una mayor cantidad de oxígeno estimula la producción de colágeno. Así que hola colágeno, ¡adiós arrugas!
