Kirill Dmitriev, uno de los funcionarios rusos encargados de velar por el cumplimiento del pacto de producción petrolero con la OPEP, señaló el lunes que su país apostará por un alza del bombeo cuando se reúna con el grupo en junio, ante la mejora de las condiciones del mercado y el declive de los inventarios.
Dmitriev, director del fondo de inversión directa estatal, fue el primer funcionario ruso que vaticinó un acuerdo con la Organización de Países Exportadores de Petróleo en 2016 y, desde entonces, se ha convertido en un defensor clave del pacto pese a la presión de las firmas petroleras locales para abandonarlo.
En los últimos meses, Dmitriev -enviado de Moscú en Oriente Medio en general y en Arabia Saudita en particular- señaló que aún era demasiado pronto para poner fin a los recortes de producción, haciéndose eco de la posición del líder de facto de la OPEP, Arabia Saudita.
Sin embargo, en un aparente cambio de postura, Dmitriev aseguró este lunes que puede que no sea necesaria la reducción de suministros después de junio.
“Es bastante posible que ante la mejora de la situación del mercado y el descenso de las existencias, (la OPEP y sus aliados) puedan decidir en junio de este año poner fin a la reducción de suministro y, por tanto, incrementar la producción”, comentó Dmitriev en una conferencia en Moscú.
Asimismo, explico que “esta decisión no significará el fin del acuerdo, sino una confirmación de que los participantes siguen con sus esfuerzos de coordinación cuando es importante no solo reducir, sino también incrementar la producción dependiendo de las condiciones del mercado”.
Creciente presión
Dmitriev y el ministro de Energía ruso, Alexander Novak, han estado bajo una creciente presión durante el pasado año por parte de firmas como Rosneft, donde su jefe, Igor Sechin, un estrecho aliado del presidente Vladimir Putin, ha dicho que Rusia debería poner fin a su reducción de bombeo.
Sechin argumenta que Rusia está perdiendo cuota de mercado ante EE.UU., que no participa en el pacto y ha estado subiendo su producción a niveles de récord de unos 12 millones de barriles por día.
Rusia y Arabia Saudita producen unos 11 millones y 10 millones respectivamente, pero podrían elevar su extracción rápidamente si lo necesitan.