Una coalición de partidos de derecha formada por Partido Popular y Ciudadanos, gobernara en Andalucía por primera vez en 36 años, luego de formar una alianza con los ultraderechistas de Vox.
Vox, un partido antiinmigrante que ganó escaños en Andalucía el año pasado, no será parte del nuevo gobierno, pero aceptó apoyar a la coalición de derecha tras llegar a un acuerdo.
La derrota de la izquierda en la región sur ha sacudido la política española.
Andalucía había sido un bastión del Partido Socialista (PSOE), que regresó al poder nacional el año pasado como un gobierno minoritario y frágil, después de siete años de gobierno del PP.
El acuerdo del miércoles entre el PP y Vox se produjo en medio de la indignación continua por las políticas de Vox, con casi 100 organizaciones feministas firmando un manifiesto prometiendo oposición a la postura de extrema derecha sobre la igualdad de género y la violencia contra las mujeres.
¿A que acuerdo llego la coalición con Vox?
En realidad, hubo dos acuerdos: los ciudadanos acordaron gobernar conjuntamente con el PP y el PP acordó un acuerdo común con Vox a cambio de sus votos en el parlamento regional.
El acuerdo alcanzado entre Vox y el PP estipula 37 objetivos, el primero de los cuales es la creación de empleo, luego la lucha contra la corrupción, seguida del respeto por la democracia.
De esa forma Juanma Moreno se convierte en el primer presidente conservador de la Junta de Andalucía en 36 años.
Las dos partes abogan por la implementación de las leyes existentes sobre inmigración, pero no se hace mención de las deportaciones masivas, como lo propuso Vox anteriormente.
Tampoco se menciona la derogación de leyes sobre la violencia contra las mujeres y la igualdad LGBT, que Vox estaba defendiendo el martes.
Los políticos de Vox a menudo se han pronunciado en contra de lo que llaman el feminismo «extremo» o «militante», y argumentan que las leyes de violencia doméstica favorecen a las mujeres.
La presidenta de la federación española de mujeres progresistas, Yolanda Besteiro, prometió que sus miembros no darán «un paso atrás».
«Los derechos de las mujeres no son negociables», dijo, prometiendo una «movilización continua».
La llegada al poder de PP y Cs con apoyo de Vox plantea un escenario nuevo en la política española y causa preocupación a una parte de la población.