Ya es oficial, el gobierno británico ha prohibido la venta de perros y gatos de menos de 6 meses en tiendas, esta decisión ha sido tomada por el Ministerio británico de Medioambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (Defra) para evitar la explotación y maltrato de estos animales.
El ministerio informó de que decidieron adoptar esta medida tras hacer una amplia consulta entre la población cuyo resultado fue el de un abrumador 90% a favor de acabar con las malas condiciones en la que se encuentran muchos de los cachorros en algunas granjas.
Sin intermediarios
A partir de ahora, la persona que quiera comprar un gato o perro que todavía no haya cumplido los 6 meses tendrá que hacerlo tratando directamente con el criador de animales, así sacan de la ecuación a los intermediarios, que suelen ser los que sacan a los cachorros de sus madres cuando tienen solo unos días de nacidos para someterlos a agotadores viajes al destino donde pretenden venderlos, esto es muy perjudicial para la salud de los animales.
La ley de Lucy
Esta ley va a ser conocida como “La ley de Lucy” como homenaje a la perrita Lucy, que fue quien consiguió que este tema se debatiera en profundidad cuando salió luz su historia, había pasado casi toda su vida metida en una jaula y a causa de ello tenia horribles secuelas, una mujer llamada Lisa la rescató y, a través de las redes sociales, concienció a la gente de este maltrato animal. Desgraciadamente Lucy no vivió mucho tiempo más pero ahora la ley que lleva su nombre evitara que muchos animales pasen por el tormento que ella padeció.