Las fuerzas a favor del gobierno de Siria han ingresado en la ciudad norteña de Manbij por primera vez en seis años, dijo un portavoz del ejército.
Una milicia kurda que controlaba el área se retiró e invitó a las fuerzas sirias a retomar la ciudad en medio de temores de que las tropas turcas lanzaran una nueva ofensiva.
Turquía considera que las fuerzas kurdas de YPG son parte de un grupo terrorista.
La solicitud de los kurdos respaldados por Estados Unidos sigue el anuncio de sorpresa de que todas las tropas de Estados Unidos se retirarán de Siria.
El presidente Donald Trump anunció la retirada de unos 2.000 soldados la semana pasada, afirmando que el grupo del Estado Islámico (EI) había sido derrotado.
Pero esa afirmación ha sido disputada por importantes aliados que dicen que la medida podría llevar a un resurgimiento del Estado Islámico.
Esfuerzo para disuadir a Turquía
Las consecuencias del sorprendente anuncio del presidente Trump de retirar a todas las tropas estadounidenses de Siria se están viendo en el terreno.
Manbij es una ciudad de importancia estratégica en el norte de Siria que hasta hoy estaba bajo el control de las fuerzas kurdas respaldadas por Estados Unidos.
Los kurdos, que lideraron la lucha contra el Estado Islámico, ven la decisión del presidente Trump como una traición.
Sin el apoyo de los estadounidenses, los líderes kurdos ahora se ven obligados a elegir lo que consideran la opción menos mala.
Esperarán que la presencia del ejército del gobierno sirio, respaldado por Rusia e Irán, disuadirá a Turquía de lanzar un ataque.
¿Cuál es el contexto?
Turquía ha estado intensificando su actividad militar cerca de puestos ocupados por combatientes kurdos desde el anuncio de retiro del presidente Trump el 19 de diciembre.
Los soldados estadounidenses han estado trabajando estrechamente con las fuerzas kurdas que forman parte de una alianza, las Fuerzas Democráticas de Siria (SDF), en la batalla contra el Estado Islamico.
Pero esta política ha enfurecido a Turquía, que lucha contra la milicia en la cercana ciudad de Afrin.
También dice que está frustrado por lo que ve como retrasos en un acuerdo acordado con los Estados Unidos para limpiar a Manbij de los combatientes kurdos.
El acuerdo sobre la ciudad, que se encuentra al oeste del río Éufrates, se acordó en febrero para estabilizar la región.
Los Estados Unidos también tienen soldados en Manbij, que fueron tomados del IS por fuerzas lideradas por los YPG kurdos en 2016.
Las tensiones en la región han aumentado en las últimas semanas, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha amenazado con lanzar una nueva ofensiva contra los kurdos.
Turquía ha lanzado dos ofensivas anteriores contra los kurdos en Siria desde 2016.
Erdogan quiere evitar que los kurdos consoliden su dominio en el territorio sirio y formen una región autónoma en la frontera de Turquía.
Turquía considera que la milicia es una extensión del prohibido Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que ha luchado por la autonomía kurda en el sureste de Turquía durante tres décadas.