El daño hepático a menudo pasa desapercibido hasta que está en las etapas avanzadas.

La condición puede ser causada por una serie de factores como la genética, el envenenamiento, el consumo excesivo de alcohol o la enfermedad a largo plazo.

Comprender los síntomas del daño hepático puede ayudarte a ser diagnosticado y tratado temprano.

Por eso, hoy hablaremos de 5 de los síntomas comunes a tener en cuenta.

1. Área abdominal hinchada

Esta es una condición caracterizada por la acumulación de líquido dentro del área abdominal. Se sabe que la ascitis es causada por un hígado dañado.

Las causas comunes de la afección son cirrosis hepática alcohólica, cáncer de hígado.

Además de un área abdominal inflamada, los pacientes que padecen ascitis también experimentarán hinchazón de las piernas.

El tratamiento de esta afección incluye la reducción de la ingesta de sodio en la dieta y la administración de diuréticos. Si no se trata, puede ser necesario un trasplante de hígado.

2. Ictericia

La ictericia es una de las formas más fáciles de detectar daño hepático. Esta condición se caracteriza por el color amarillento de la piel y el blanco de los ojos.

Esta condición ocurre cuando el hígado no puede eliminar eficazmente la bilirrubina (bilis) de los glóbulos rojos.

El tratamiento de la ictericia requiere diagnóstico y tratamiento de la enfermedad hepática subyacente.

3. Dolor en el área abdominal superior derecha

El dolor en el área abdominal superior derecha podría ser un indicador de un hígado inflamado. La inflamación del hígado es causada por una serie de afecciones que incluyen hepatitis viral, cirrosis y ascitis.

En algunos casos, tomar medicamentos para el dolor puede proporcionar un alivio temporal. Sin embargo, los medicamentos de venta libre podrían no tratar la causa subyacente de la inflamación.

Además, algunos medicamentos de venta libre pueden contribuir al desarrollo de daño hepático.

4. Cambio en el color de la orina y las heces.

El color de la orina y las heces puede cambiar de vez en cuando, dependiendo de lo que se coma y beba.

Sin embargo, si tu orina se vuelve de color amarillo pálido y las heces se vuelven más claras y permanecen así durante mucho tiempo, es posible que tengas una enfermedad hepática.

Una de las funciones principales del hígado es la descomposición de la bilirrubina y facilitar su eliminación del cuerpo a través de las heces. Las heces obtienen su tono marrón de la bilirrubina.

En el caso de que el hígado no pueda descomponer la bilirrubina, pasa a los riñones y se excreta en la orina. Esto convierte la orina en amarillo oscuro mientras que las heces pierden su color marrón oscuro.

5. Fatiga crónica

Uno de los síntomas más comunes de daño hepático es la fatiga constante y la debilidad muscular. Esto puede indicar que el daño está en las etapas avanzadas.

Una de las funciones del hígado es el almacenamiento y la descomposición de la glucosa que alimenta las células del cuerpo.

Un hígado dañado no puede liberar efectivamente la glucosa necesaria para los requerimientos de energía del cuerpo.

Como tal, los pacientes con daño hepático experimentarán fatiga crónica y, en casos graves, puede provocar confusión mental e incluso coma.

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