18 muertos y casi 100 heridos dejó ataque terrorista en Kabul, capital de Afganistán, este miércoles 7 de agosto.
El atentado se realizó a través de un coche bomba que provocó una enorme explosión en las inmediaciones de una estación policial al suroeste de Kabul.
Entre los heridos se encuentran en su mayoría mujeres y niños, de acuerdo la portavoz del ministerio de sanidad afgano, Wahidullah Mayar, quienes fueron trasladados a diferentes hospitales de la ciudad surasiática.
La facción terrorista de los talibanes se ha adjudicado el ataque a través de un mensaje en Twitter de parte de Zabihullah Mujahid, portavoz de la organización, quien señaló que el objetivo del atentado fue “un centro de reclutamiento cerca de la estación de policía”.
“Decenas de policías y soldados murieron”, agregó el talibán.
El auto cargado de explosivos estalló en la ciudad afgana alrededor de las 9 de la mañana, hora local (04.30 GMT), de acuerdo a Nasrat Rahimi, portavoz del ministerio del interior.
La explosión habría generado grandes columnas de humo, afirman testigos, y posteriormente la ciudad se volvió un caos debido a las grandes cantidades de víctimas que inundaron los principales hospitales de la ciudad.
Ahmed Saleh, un tendero afectado por el ataque dijo a AFP que “escuchó un gran ‘bum’” que causó que todas las ventanas de su tienda se rompieran.
El crimen terrorista se produjo un día después de que al menos cinco policías fallecieran en la misma ciudad producto de la detonación de un artefacto explosivo en una bicicleta cuando pasaba junto a ella un vehículo del departamento de lucha contra el narcotráfico.
Asimismo, se enmarca en el llamado de los talibanes a boicotear las próximas elecciones presidenciales en Afganistán a celebrarse el próximo 28 de septiembre.
Al respecto, el jefe del ejecutivo, Abdulá Abdulá instó a los terroristas a solucionar los problemas a través del diálogo. «Los terroristas quieren interrumpir la campaña electoral de las presidenciales”, afirmó el político. “Estamos determinado a llevar a cabo el proceso democrático y nuestra determinación es inamovible. En vez de ataques terroristas, dejen que resolvamos nuestros asuntos mediante negociaciones».
Actualmente, los talibanes y Estados Unidos se encuentran en discusiones en Doha con el fin de lograr que las fuerzas militares se retiren de Afganistán a cambio de que los terroristas fundamentalistas islámicos no planeen más ataques.
De acuerdo a la Organización de Naciones Unidas (ONU), la violencia en Afganistán aumentó considerablemente en julio, el período más mortífero en el país desde mayo de 2017, con más de 1.500 muertos y heridos.