El próximo viernes se celebra en Villena, Alicante (España), el festival Leyendas del Rock. Allí estará si nada lo impide Dee Snider, vocalista de los neoyorkinos Twisted sister y quizá se arranque con «la de los huevos».

El  grupo creó en 1984 este himno, uno de los más clásicos del rock ,“We’re not gonna take it”, incluido en el disco Stay Hungry.

En esta ocasión Dee no viene con Twisted Sister, sino en solitario. Le acompañan cuatro jóvenes músicos, entre ellos el español Jorge Galán, que actuará en el mismo festival con su grupo Avalanch.

Dee Snider le fichó durante su gira por Finlandia, y de él asegura que “He rocks”. Ofrecerá al publico asistente temas de clásicos de su banda y de su álbum en solitario «For the love of Metal”.

Para Dee actuar en solitario, sin su banda ni con la cara pintada ni siendo cabeza de cartel, es una cura de humildad.

Aunque haga lo mismo y cante lo mismo, bromea, «los promotores no me pagan ni la quinta parte de lo que me pagarían como Twisted Sister».

La primera vez que tocaron en España, Dee supo por el guitarrista del grupo Eddy Ojeda que la gente decía cuando cantaban su himno …“huevos con aceite”.

Eddy Ojeda con la camiseta Huevos con aceite
Eddy Ojeda le dijo a Dee Snider «En España en vez de «we’re not gonna take it» la gente dice «Huevos con aceite». Foto: Joseph Cubeiro/Fuente: El Confidencial.

Le debió parecer tan simpático que le dijo a Eddy «vamos a sorprender al público y los vamos a cantar así en el concierto». Y así fue, y los miles de seguidores acompañaron a la banda cantando “huevos con aceite”.

Viendo que funcionaba bien, decidieron que harían lo mismo cada vez que actuaran en cualquier país de habla hispana.

La península ibérica es una amalgama de culturas y el castellano siempre se ha enriquecido de lo que nos parecía que decía el extranjero al hablar, y el idioma inglés no iba a ser menos.

En un carismático programa radiofónico de rock, Discocross, dirigido por el ya fallecido Mariano García, un oyente solícitó el tema de Twisted Sister diciendo «¡Ponme el huevos con aceite!»

A partir de ahí, todos los oyentes pedían el tema de la misma forma “¡…el de los huevos!”. Después, al final del estribillo, se añadió «…y jamoooón».

Esta es la breve historia de la anécdota que condicionó los conciertos del grupo neoyorkino en los países de Sudamérica, aunque aquí se varíe el final del estribillo y digan…«y limoooón».

 

Fuente: Víctor García para El Confidencial.

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