Este miércoles, el Alto Tribunal de Escocia declaró ilegal la suspensión del Parlamento británico, solicitado a la reina por el Primer Ministro, Boris Johnson, y el cual entró en vigor el lunes pasado a última hora.
De esta forma, los tres magistrados del ente Estatal revierten el fallo dictaminado por otro juez, quien consideró la medida como ajustada a la ley, y dejan en manos del Tribunal Supremo la decisión final sobre esta medida política.
De acuerdo al tribunal escocés, la medida de Johnson es ilegal, pues “tenía el propósito de obstaculizar la tarea del Parlamento”, por lo que la petición de Johnson a la reina de que utilizara su prerrogativa real “es nula y no produce efecto”.
En este sentido, los abogados que defienden el fallo del Alto Tribunal han pedido que, “a menos que el Tribunal Supremo decida por el momento mantener la medida, debe levantarse de inmediato la suspensión del Parlamento” y reanudar sus actividades.
La demanda en los tribunales escoceses es apenas la primera de tres, interpuesta por 78 diputados del Parlamento y lores, quienes aseguraban que Downing Street había incurrido en un acto inconstitucional con el fin de evitar que la Cámara de los Comunes impidiera el Brexit para este 31 de Octubre sin acuerdo.
No obstante, el proceso contra la decisión de Johnson todavía no concluye y es que el Tribunal Supremo de Reino Unido ha llamado a una reunión urgente para el próximo 17 de septiembre con el fin de analizar las medidas de los tribunales de Edimburgo, Belfast y Londres.
Hace dos semanas, la reina Elizabeth II aprobó la suspensión del Parlamento británico, a petición de Downing Street. La medida, que inició este lunes y está prevista a prolongarse hasta el 14 de octubre impedirá potencialmente un debate para evitar un no-deal en el Brexit, por el corto tiempo legislativo que los Comunes tendrán disponible.
Esta suspensión parlamentaria ocasionó serias protestas y un amago de motín en Westminster.
Johnson apelará decisión de Escocia
Tras la decisión de la justicia escocesa, el gobierno británico se ha declarado “decepcionado” y ha anunciado que recurrirá al Tribunal Supremo para una apelación.
De acuerdo a un portavoz del Primer Ministro Johnson, esta suspensión sería imprescindible, porque “el Gobierno del Reino Unido necesita presentar una agenda legislativa nacional sólida. Prorrogar el Parlamento es la forma legal y necesaria de lograrlo”.
No se prevé que la decisión del tribunal escocés afecte, por el momento, la suspensión parlamentaria.