Este jueves, 25 de abril,  el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el líder norcoreano, Kim Jong Un abordaron la desnuclearización de la península coreana, los lazos bilaterales y la cooperación regional. La cita no contemplaba la firma de documentos ni una declaración conjunta.

El líder ruso valoró positivamente los esfuerzos del líder norcoreano para mejorar las relaciones entre su país y EE.UU.

 “Estoy contento con el resultado: Kim Jong Un es alguien bastante abierto, dispuesto a hablar de todo”, comentó Putin ante la prensa al final de la reunión, la primera a este nivel desde la de 2011 entre el expresidente Dmitri Medvedev y Kim Jonh Il.

Putin expresó su deseo de que la visita de Kim «sirva para desarrollar las relaciones bilaterales» al tiempo que puntualizó que desea “entender mejor cómo podemos resolver la situación en la península coreana, qué podemos hacer juntos, qué puede hacer Rusia para apoyar los procesos positivos que están sucediendo ahora”.

Por su parte, Kim Jong-un mostró su esperanza en que esta histórica visita sea beneficiosa para el fortalecimiento de sus relaciones con Moscú. Incluso, afirmó haber pasado esta vez un “muy buen momento” con Putin en Vladivostok, en el Extremo Oriente, asegurando querer reavivar los “vínculos históricos” entre Rusia y Corea del Norte.

Además, ambos líderes calificaron de «sustancial» el intercambio de opiniones que mantuvieron en su encuentro, un cara a cara que ha durado casi dos horas.

La reunión se produce meses después del fracaso de la cumbre entre Kim y el presidente estadounidense, Donald Trump, en Vietnam.

Ambos líderes asisten a una recepción después de sus charlas en el campus de la Universidad Federal del Lejano Oriente en la isla Russky en el puerto del este de Rusia, Vladivostok / FOTO:Alexey NIKOLSKY / AFP

Programa nuclear de Pyongyang

Vladimir Chizhov, embajador de Rusia ante la Unión Europea aseveró que el tema del programa nuclear de Pyongyang “también ha sido abordado”.

Más aun, Putin se pronunció este jueves por una desnuclearización total de Corea del Norte, pero insistió en proporcionarle al Gobierno norcoreano las garantías necesarias para impulsar el desarme y restablecer la confianza.

“La RPDC (República Popular Democrática de Corea) necesita que le garanticen la seguridad y la preservación de la soberanía”, indicó Putin durante una rueda de prensa celebrada al término de su encuentro con el dirigente norcoreano, Kim Jong-un.

Además, dijo que cualquier garantía de Washington podría requerir apoyo de las otras naciones involucradas en las anteriores negociaciones a seis bandas sobre el tema nuclear.

Eso significaría incluir a Rusia, China, Japón y Corea del Sur, además de EE.UU. y Corea del Norte, un formato de larga data que ha sido dejado de lado por los esfuerzos unilaterales de Estados Unidos para negociar un acuerdo, según Reuters.

“Ellos (los norcoreanos) solo necesitan garantías sobre su seguridad. Eso es todo. Juntos debemos pensar en esto”, destacó. Tales garantías tendrían que ser internacionales, legalmente vinculantes y garantizar la soberanía de Corea del Norte, añadió Putin.

Hay que mencionar que el régimen norcoreano lanzó la semana pasada un ataque de una violencia poco habitual contra Mike Pompeo, el secretario de Estado estadounidense, pidiendo que no participe más en las negociaciones sobre la cuestión nuclear. En relación, Pompeo, en una entrevista el miércoles con el canal CBS, se mostró prudente sobre la continuación del diálogo: “Va a ser agitado. Va a ser difícil”. Las relaciones entre Pyongyang y Moscú se remontan a la época soviética.

Varios medios han comentado que una vez finalizado el cara a cara entre los líderes de Rusia y Corea del Norte, la conversación continuó durante una hora y media más en un formato ampliado, con la participación de las respectivas delegaciones.

Según la agencia TASS Kim pasó en total cinco horas en territorio ruso: dos horas de reunión cara a cara seguidas de conversaciones entre delegaciones y luego una cena durante la cual comieron borsch, ensalada de cangrejo y ravioles siberianos de carne de reno, y el dueño del Kremlin recibió una espada de regalo.

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