En marzo, se creyó que la fase de agudización de la pandemia por COVID-19 se extendería por uno o dos meses antes de ser controlada. Los cierto es que la coyuntura ha durado más de lo que se pensaba. Por esta razón, muchos países acogen el ejemplo los “países modelos” como Portugal para mejorar su condición.
Sin embargo, basta que algunas variables de la ecuación se escapen un poco de control para que aumente el riesgo de contagios. El caso de Portugal, hasta hace poco, resultaba un ejemplo de buena gestión para contener la tasa de contagiados.
Hoy día, es el segundo peor en el mundo, después de Suecia, lo que resultó bastante impertinente dado que el país mostraba todas las condiciones para poder albergar la final de la Champions, el 23 agosto. Esto podría arruinar la posibilidad de proyectarse en la organización de tal evento.
Sobre todo, Lisboa, Sintra, Odivelas, Amadora y Loures, son las que se han visto más afectadas desde que se aligeraron las medidas desde el 4 de mayo.
Por esta razón, el gobierno radicalizó las restricciones en estas regiones, por lo que queda prohibida la reunión de más de 10 personas y se ordenó el cierre de todos los locales comerciales antes de las 8.00PM.
De la misma forma, el patrullaje policial aumentará para evitar cualquier transgresión a las normas. Ya que hay precedentes de celebración de fiestas, como la realizada en Carcavelos la semana pasada con más de 100 mil personas.
Revés de los números en Lisboa
En un inicio, en Portugal se reportaron 1.540 fallecidos y casi 40.000 contagiados, por lo que se decía que era un número relativamente bajo. De hecho, lo perfilaba como la mejor elección para la celebración de la copa Champion.
Pero la alerta arranca cuando Lisboa supera al Norte al norte del país para convertirse en la zona con más contagios, registrando el 80% de los casos de todo el país. Solamente este martes y el miércoles, surgieron 302 de un total de 367 positivos detectados a nivel nacional.
Con esta gran fracción, Lisboa acumula 17.527 casos, frente a los 17.339 del Norte.
¿Qué se está haciendo?
El gobierno de Antonio Costa atribuye el aumento de los reportes al hecho de que se estén haciendo más test que antes. Sin embargo, las reacciones internacionales de no se hicieron esperar. En consecuencia, 17 países limitaron la entrada de personas que provengan de Portugal.
Se cancelaron los festejos de San Juan y se ha prohibido el paso de la Volta a Portugal. Estas son medidas extremas y sin precedente. Ya que, ni cuando la gripe española, sucedió esto.
El presidente del Colegio de Médicos de Portugal, Miguel Guimarãe, dio declaraciones en este sentido.
Sus palabras fueron: «Esta afirmación de que hay más casos positivos porque se testa más creo que está un poco descontextualizada y no es socialmente adecuada porque promueve una falsa sensación de seguridad …es verdad que estamos testando mucho, pero estamos testando porque tenemos casos».