Primero que todo debes saber que el cérvix es la parte interior del útero; es decir, es la parte del fondo de la vagina con la que choca el pene durante el acto sexual. Efectivamente, es esa parte pequeñita la que causa el orgasmo cervical. Todas las mujeres tienen la capacidad de alcanzar este orgasmo, sin embargo, muchas consideran que esta estimulación no es nada atractiva.
Ahora bien, durante el acto sexual e incluso durante los preliminares – por eso es tan importante el juego previo – el cérvix lubrica, y cuando se llega al orgasmo, se contrae.
El cérvix en sí no tiene terminaciones nerviosas; lo que la mujer percibe como estimulación cervical es el hecho de sentirse llena durante la penetración y, en ocasiones, percibe una especie de calambre que para algunas mujeres resulta muy excitante.
¿Cómo lograr el orgasmo cervical femenino?
Es importante comentar que el procedimiento para alcanzar un buen orgasmo cervical es el mismo del orgasmo vaginal. No obstante, no es tan fácil de conseguir, pero con paciencia, ganas y tiempo, todo se puede.
En este sentido, es vital indicar que para algunas mujeres la penetración profunda no resulta nada satisfactoria, por ello, te recomendamos que le digas a tu pareja que te ayude a estimular el cérvix haciendo masajes suaves e intensos dentro de tu vagina – la clave esta en el movimiento circular-.
Ojo: Lo primero que debes hacer es conocer tu cuerpo y descubrir en dónde está ubicado tu cuello uterino, para que al momento de que él comience con la estimulación le indiques el punto exacto.
Déjate llevar, siente como tu chico te toca y, al momento de que sientas que no puedes controlar el orgasmo, dile a tu pareja que introduzca suavemente su pene, e indícale cuando este llegando al cérvix para que él se vaya preparando para hacer movimientos suaves e intensos y lleguen juntos al orgasmo.
La posición de “perrito” es la más recomendada, ya que la penetración es más intensa y profunda, lo que le permitirá a él llegar más fácil al cérvix. No obstante, cada persona es un mundo, así que el mejor modo de saber si te gusta o no es experimentando.
