El sorprendente regreso de Mike Tyson tiene a muchas personas pegados a las redes sociales para ver las últimas declaraciones. Ya habíamos lanzado algunos detalles sobre este tema en el artículo sobre las mejores y peores expectativas [ver artículo sobre regreso de Tyson]
Una de las expectativas más añoradas es ver otra pelea con su archienemigo, Holyfield. Vale la pena destacar que hoy se ve a un Tyson con una actitud muy distinta, inclusive, se hizo vegano.
La aparición de Tyson se da en el marco de la recaudación de fondos para personas necesitadas y no para el enriquecimiento propio. Esto, en sí, ya marca mucha distancia entre el Tyson de antes y el de ahora.
No obstante, esta vez queremos presentarte esta noticia, desde otro enfoque, Y es que Holyfield hizo saber que le gustaría participar en un tercer encuentro para revivir la pasión de los eternos “gigantes pesos pesados”.
Holyfield, recuerda la historia de la “oreja mordida”
Evander Holyfield, fue entrevistado por la BBC para recordar la cruel anécdota. Sin embargo, sus años y su formación cristiana han hecho que lo rememore de manera distinta. Hoy en día, logra verlo fuera del círculo de odio que en ese momento hubiese podido sentir.
Recuerden que Evander fue víctima de la infame mordida de su oreja izquierda por parte de Mike, cuando aún estaba en el cuadrilátero en el año 1997.
Él confesó detalles acerca de ese instante, que jamás había querido contar. Dijo que también quería meterle el diente a su rostro, por venganza. Después mencionó una revelación: “…el profeta me dijo que Mike me iba a hacer algo malo en esa pelea…pero tenía que mantener mi fe en el Señor”.
Luego agregó que Tyson hizo varias cosas sucias en la pelea que tal vez no se notaron tanto como esta última artimaña, como golpearle los hombros, pisotear y empujar. Aun así, estas cosas estaban dentro de lo “normal” en el boxeo y se mantuvo peleando sin caer en provocaciones
Una lección sobre el perdón
Sin embargo, su momento mayor dolor físico, también fue el momento de mayor rabia, hasta el punto de responder de igual forma. Luego recordó algunas palabras de su abuela: “siempre atrapan a la segunda persona». Eso lo hizo abstenerse un poco.
Además, su equipo técnico pudo hacerlo entrar en sus cabales. Él pudo reflexionar sobre cómo quería pasar a la historia del boxeo. De esta forma, concluyó que no quería pasar a los libros como un violento y, mucho menos, exponerse al riego de perder su título.
Además, el perdón no es fácil, pero sí muy reconfortante. Es decir, la acción más fácil era haber mordido la Tyson, desfigurarle la cara. Pero eso no era la opción más reconfortante.
Dijo que ahora está muy feliz porque ese episodio le dio la oportunidad de entender y pregonar el perdón.
El entrevistado dijo que no se puede pensar igual cuando envejeces. Y, este momento, existe la posibilidad de hacer algo bueno por las personas que más lo necesitan.
Hace unos días, Holyfield demostró haber superado esa etapa de odio y publicó un video de respuesta a Tyson donde también aparecía entrenando, estando próximo a cumplir 58 años.