La situación que se vive actualmente por la pandemia del coronavirus ha traído muchas consecuencias, siendo una de estas el aumento de peso y cambio en tus hábitos alimenticios. A lo mejor has experimentado diferentes sensaciones, como es el caso de: un vació, hambre repentina que te lleva a la cocina a buscar que puedes comer sin saber exactamente que quieres o incluso antojos. Este tipo de situaciones se les denomina hambre emocional.
Al estar experimentando diversos sentimientos y experiencias como vía de escape muchas personas optan por alimentarse, pero muchas veces no de la forma correcta.
Hambre emocional vs hambre física
Los especialistas recomiendan aprender a diferenciar entre el hambre física y lo que es el hambre emocional. Debido a que la primera se da de forma adaptativa y es una respuesta a lo que necesita nuestro organismo en cuanto a nutrientes. La segunda sin embargo no puede ser saciada con comida, ya que el objetivo de la misma es tratar de controlar una emoción, generando luego sentimiento de culpa por consumir alimentos innecesarios
Para poder combatir el hambre emocional se deben identificar los desencadenantes. Para ello lo recomendable es hacer un seguimiento diario de los alimentos que se consumen y el estado de animo que se tenga.
Algunos consejos a seguir para tratar de frenar este tipo de alimentación emocional son:
- Tratar de frenar el impulso y esperar a que pase, ya que todos estamos en la capacidad de poner un alto a los antojos.
- Hidratar bastante el cuerpo, ya que muchas veces confundimos el hambre con la sed.
- Lo mejor es distraer la mente, para ello se recomienda leer, escuchar música, realizar actividades que ayuden a evadir.
- Evitar el consumo de bebidas alcohólicas y azúcar cuando dan ganas de comer a deshoras.
- Tener alternativas para consumir saludables, como es el caso de gelatina, infusiones, pepinillos en vinagre, chicles, etc.
- Reemplazar ingredientes por otros que se consideren más saludables.
- En caso de necesitar consumir algo dulce, lo mejor es el chocolate negro al 90%, los yogures y el cacao puro.
