María Dolores Rico Oliver, mejor conocida como Lolo Rico, ha fallecido esta pasada madrugada en la ciudad de San Sebastián, a causa de un paro cardíaco; tenía 83 años.
Su programa infantil y juvenil «La bola de cristal», emitido por la primera cadena de la televisión pública española, fue todo un referente en los años 80; por allí pasaron Alaska, que presentaba el espacio, e infinidad de artistas de esa década.
Llegó a todo tipo de público
A pesar de que su público potencial eran los niños o adultos jóvenes, se supo que llegó a espectadores de todas las edades.
La misma Lolo reconoció que «su único mérito» fue el de «no tratar a los niños como si fuesen tontos»; además, siempre se rodeaba de un excelente equipo.
Nació en Madrid, en 1935, y comenzó su carrera escribiendo cuentos infantiles, después pasó a trabajar en Radio Nacional de España y de ahí a la televisión; donde fue guionista de programas tan míticos como «Un globo, dos globos, tres globos» o «La cometa blanca».
En 1977 ganó un premio Ondas gracias al programa infantil radiofónico «Dola, dola, tira la bola».
En 2003 se editó un libro llamado «El libro de la bola de cristal«, donde se contaban todas las curiosidades del programa. Fue un éxito de ventas: los primeros 10.000 ejemplares se agotaron en el primer día.
Enamorada de su profesión
En 2008 escribió su autobiografía, titulada «¿Cómo es posible que el tiempo pase tan deprisa y yo no me dé cuenta?»; en ella contaba como la niña tímida de postguerra que fue forjó su eterno amor por los libros y como, ya de mayor, huyó de un matrimonio con un hombre opresor y machista con el que tuvo 7 hijos.
Con «La cometa blanca», realizado en 1981, se estrenó en la dirección de programas infantiles; en este espacio se mezclaban las actuaciones de artistas del momento con distintas animaciones.
De marcadas tendencias progresistas, se codeó con todo tipo de movimientos, desde la Gauche divine a La movida madrileña
Confesó que el verdadero amor de su vida fue su carrera como guionista, editora, escritora y directora televisiva; que le llevó a poder satisfacer todas sus inquietudes.
Uno de sus hijos es el filósofo y escritor Santiago Alba Rico; su hija, Isabel Alba Rico, es guionista y fotógrafa.
Sus restos han sido trasladados al tanatorio de Recalde, en San Sebastián.