Este miércoles la población opositora acatará al llamado del líder de la oposición, Juan Guaidó, de salir a las calles parar formar parte de la “marcha más grande” de la historia del país.

Es importante recordar que el martes, 30 de abril, Guiadó apareció junto al opositor venezolano Leopoldo López frente a una base de la fuerza aérea de Caracas con docenas de miembros de la Guardia Nacional.

Al parecer este fue el inicio de un día de protestas violentas que dejaron a más de 100 heridos pero, ninguna señal concreta de deserciones o “del fin de la usurpación”, como manifestó Guaidó en su red social Twitter.

“Sabemos que Maduro no tiene el respaldo ni el respeto de las fuerzas armadas”, dijo Guaidó en un mensaje de vídeo publicado en sus cuentas de redes sociales el martes por la noche. “Hemos visto que la protesta produce resultados. Debemos mantener la presión”.

Guaidó y López, en Caracas, acompañados de una multitud/ FOTO: REUTERS

Contra marcha

Por su parte, el mandatario venezolano Nicolás Maduro Moros, quien dice que Guaidó es un títere de EE.UU. que quiere derrocarlo, también llamó a sus partidarios a marchar el miércoles.

Más aun, indicó el martes desde un salón del Palacio de Miraflores que “hemos venido enfrentando diversas modalidades de agresión, modalidades de golpe de Estado como nunca antes en la historia”. Al tiempo que anunció que fueron designados tres fiscales especiales para “interrogar a los participantes” del “intento de golpe” y que trabajarán en las acusaciones penales por “delitos contra la Constitución”.

“Llamo a la fuerza armada nacional a unirse cada vez mas”, dijo Maduro rodeado de mandos militares.

Según Reuters la elección del Día Internacional de los Trabajadores cuadra con el intento de Guaidó de conseguir apoyo de sindicatos y trabajadores públicos, que han sido un soporte permanente de Maduro y de su predecesor y mentor, el fallecido presidente Hugo Chávez.

Risa Grais-Targow, directora para América Latina de Eurasia Group en Washington, expresó lo siguiente: “Si obtiene algún grado de participación de los movimientos obreros, eso puede ser una pluma adicional en su gorra”.

La marcha será “una barómetro de su apoyo y capacidad de movilización”, agregó.