España retiró una fragata de un grupo de combate liderado por EE.UU. en el Golfo Pérsico porque ahora se está centrando más en la amenaza de Irán que en un objetivo acordado de celebrar un aniversario histórico de la navegación, desatacó el gobierno español este martes.
“Se ha producido una interrupción temporal, provisional, de la integración de la fragata Méndez Núñez en el grupo de combate del portaaviones Abraham Lincoln (…) porque la misión a la que está destinado el portaaviones no estaba prevista cuando se llegó al acuerdo”, dijo la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, a los medios en Bruselas.
Robles puntualizó que la fragata, con una tripulación de 215 miembros, se retiró del grupo liderado por el USS Abraham Lincoln y puso rumbo al puerto indio de Mumbai porque la misión ya no tiene el objetivo de celebrar los 500 años de la primera vuelta al mundo, como había quedado reflejado en un acuerdo bilateral entre EE.UU. y España.
España respeta la decisión de Washington de centrarse en Irán
Por su parte, la ministra puntualizó que España respeta la decisión de Washington de centrarse en Irán y volverá al grupo en cuanto vuelva a su misión original.
“Teníamos un acuerdo concreto y determinado que no contemplaba entrar en una misión que ha decidido EE.UU. y sobre la que no tenemos nada que decir, en eso no entramos. España es un socio serio y fiable en el marco de la UE, de la OTAN, y en este caso era un acuerdo bilateral”, indicó.
Aunque la Unión Europea comparte algunas de las preocupaciones de EE.UU. sobre Irán, incluida su participación en la guerra de Siria, todavía respalda el acuerdo nuclear de 2015 con Teherán, del que se retiró el presidente Donald Trump hace un año.
Para el portal Reuters, Trump está intentando aislar a Irán, reimpuso las sanciones en su contra y envió al portaaviones y bombarderos B-52 a Oriente Medio en una decisión que, según Washington, busca anular las amenazas iraníes a las fuerzas estadounidenses estacionadas en la región.
Más aun, el mandatario estadounidense busca reducir a cero las exportaciones petroleras de Teherán para obligarle a renegociar límites más estrictos a su programa nuclear y poner fin a su apoyo a sus aliados de Siria, Irak, Líbano y Yemen.