Zhang Zhan es el nombre de la periodista China condenada el lunes 28 de diciembre a cuatro años de cárcel con la alegación de “provocar altercados y buscar problemas” Debido a su información respecto al brote de covid-19 en la ciudad de Wuhan.
Los abogados de la periodista alegan a que Zhang se negó aceptar los cargos imputados, considerando que todas sus informaciones publicadas en diversas plataformas chinas y en Twitter y YouTube no deben de ser censuradas.
Según la Amnistía Internacional, el trabajo realizado en Wuhan se centró principalmente en el informe de las detenciones de otros reporteros que trabajan de manera independiente. Así como el acoso a los familiares de las victimas del virus durante el primer brote de la pandemia.
Por su parte, la organización Chinese Human Rights Defenders apuntó en el mes de septiembre que habían detenido a la periodista. Todo esto a causa de una publicación en la que informaba que los ciudadanos habían recibido comida en estado de pudrición durante el confinamiento que se vivió en Wuhan.
También por informar que las personas se vieron obligadas a pagar tasas altas para la realización de pruebas del coronavirus.
Dicho juicio en contra de Zhang se celebró en un tribunal de la ciudad de Shangai en donde ella reside. Para este asistieron muchos policías y solamente los familiares de la periodista.
La periodista fue detenida a finales de mayo
Luego de que se realizara su detención por parte de los entes policiales en el mes de mayo, Zhang inicio una huelga de hambre en septiembre. Razón por la cual actualmente se encuentra en un estado físico muy débil. Según su defensa, las autoridades la alimentan de manera forzada mediante un tubo y le obligan a usar grilletes.
Además, se reveló que la intención de ella es la de continuar en la huelga de hambre, incluso aunque muera en prisión siempre y cuando su condena sea grave.
La fiscalía pidió una sentencia de cuatro a cinco años de prisión por la publicación de manera reiterada de un número de lo que ellos consideran como informaciones falsas. A su vez, también por aceptar entrevistas con medios extranjeros en los que exagero de manera maliciosa la situación del covid-19 en la localidad de Wuhan.
Las organizaciones pro derechos humanos no están de acuerdo con la sentencia
Diversas organizaciones basadas en los derechos humanos han protestado por esta sentencia, indicando:
«El Gobierno chino ha vuelto a celebrar una farsa de juicio durante las Navidades ya que las autoridades quieren reducir la atención sobre estos casos ‘sensibles’ mientras los diplomáticos y periodistas están de vacaciones»
La dura condena para la periodista es un tema alarmante, siendo una señal de que Pekín pretende intimidar a otros para que estos no informen la verdadera situación de la pandemia en Wuhan a principios de este año. Censurando de esta manera a los medios de comunicación y periodistas íntegros.
La activista Al Gwen Lee aseguró mediante un comunicado que los periodistas como Zhang son la fuente primaria y única de la verdadera información, sin censura que pueden aclarar los primeros días el covid-19. Por lo que exigió al régimen que paren de perseguir a los reporteros y demás ciudadanos por querer informar la verdad que se vive y se vivió.
Incluso, se conoce que muchos otros ciudadanos que se encargaron de narrar la actualidad de la ciudad desaparecieron o los detuvieron en lo que va de año.
Para nadie es un secreto que las autoridades locales de Wuhan tardaron mucho en dar parte de la información respecto al brote, basándose en que necesitaban la aprobación de instancias superiores. Lo que los convierte en responsables de la situación mundial y todas las muertes en el mundo por este brote.
Si en el momento oportuno se hubiese informado de lo que se estaba viviendo en la ciudad, muchos países en el mundo y las organizaciones de salud hubiesen tomado medidas que pudieron frenar la pandemia que actualmente se está viviendo.
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