Un deslave provocado por las fuertes lluvias del monzón en Birmania ha dejado al menos 41 fallecidos y más de 80 personas desaparecidas, de acuerdo un balance presentado por Zaw Moe Aung, autoridad del país del sudeste asiático.
Moe Aung, además, confirmó que unas 47 personas habían logrado ser rescatadas luego del desastre natural.
Los socorristas trabajaron desde el sábado y durante toda la madrugada en la búsqueda de sobrevivientes. Evacuaron, asimismo, a numerosas personas y rescataron cuerpos, los cuales fueron transportados dentro de bolsas azules en la parte trasera de varios camiones.
Htay Htay Win, una habitante de 32 años, continúa sin conocer el paradero de sus dos hijas y de otros cinco miembros de su familia.
La mujer logró sobrevivir a la catástrofe gracias a que salió de su casa para ver los efectos del monzón en una parte inferior de una montaña. “Escuché un fuerte ruido y cuando me giré, vi mi casa cubierta por el barro”, relató Win.
Por su parte, Tina Hay y su familia lograron escapar de milagro ante el desprendimiento de tierra. Hay explicó que más tarde decidió unirse a los esfuerzos de rescate. “Logré salvar a una mujer y a dos niños que quedaron atrapados en un auto, pero no pude rescatar a los otros dos pasajeros”.
De acuerdo a AFP, imágenes aéreas mostraban la ladera de una montaña cubierta por el barro que se desprendió sobre el pueblo de Ye Pyar Kone, en el estado de Mon, llevándose tras su paso 27 hogares.
Las imágenes también mostraron destrozos en los tejados y otras partes de las casas afectadas por las torrenciales lluvias. Asimismo, se pudieron observar camiones volcados por la fuerza del corrimiento de las tierras.
De igual forma un templo en una ladera se vio prácticamente cubierto por el barro. No obstante, su cúpula dorada quedó a salvo y ahora parece una isla en medio de un mar de tierra.
Anualmente se producen en Birmania y otros países de Asia las lluvias torrenciales del monzón, que obligan a evacuar a cientos de personas debido a los deslaves mortales.
De hecho, en Vietnam se produjeron importantes inundaciones que dejaron un saldo de ocho muertos.
Por otra parte, unas 89.000 personas han tenido que abandonar sus pueblos debido a las inundaciones en la región de las últimas semanas. Sin embargo, la mayoría de estas personas ya han retornado a sus hogares, de acuerdo a la Oficina de Naciones Unidas de Coordinación de Asuntos Humanitarios.