Tras el auge que la enfermedad de Lyme ha tenido en los medios debido a la alta propagación en los últimos años, especialmente entre celebridades como Avril Lavigne, Bella Hadid, Ashley Olsen y Winona Ryder, el congreso de Estados Unidos ha abierto una investigación para determinar si esta patología fue usada como arma biológica debido a experimentos en garrapatas.
Y es que el poder legislativo del país norteamericano aprobó el pasado 11 de agosto una enmienda que solicita a la Inspección General un informe sobre los experimentos realizados entre 1950 y 1975 para usar a las garrapatas, entre otros insectos, como armas biológicas, con el fin de determinar si dichas pruebas tuvieron algo que ver con la propagación de la enfermedad.
Al respecto, el representante republicano, Chris Smith, de Nueva Jersey, afirmó que: “Varios libros y artículos sugieren que se ha realizado una importante investigación en sitios del gobierno de los EE.UU. para convertir las garrapatas y otros insectos en armas biológicas”, y se cuestionó cuáles eran los parámetros, quien dio la orden y si, por supuesto, lograron lo que buscaban.
Para resolver esas cuestiones, no obstante, Smith tendrá que esperar a que el Senado apruebe la enmienda de su autoría.
De igual forma, de realizarse la investigación se espera que, sin importar sus resultados, ayude a llegar al fondo de la enfermedad de la garrapata que tiene a la comunidad médica preocupada, pues aún se desconoce mucho sobre ella.
La enfermedad de Lyme es la enfermedad más prevalente en Europa y Estados Unidos transmitida por la garrapata que produce cuadros clínicos distintos, dependiendo de la especie del insecto, y que, en general, afecta la piel, el sistema nervioso, el sistema músculo esquelético y el corazón.
Las personas que viven o frecuentan zonas boscosas son más propensas a sufrir de esta afección y afecta a millones de personas que también cuentan con artritis reumatoide juvenil. En los últimos años, Francia ha vivido “un aumento significativo” en los números de casos con Lyme (104 casos por cada 100.000 habitantes en 2018 frente a 69 por cada 100.000 en 2017).
El primer caso de la enfermedad de Lyme se registró en la década de 1970 en Estados Unidos, en la ciudad de Lyme, en las cercanías de un laboratorio del gobierno de EE.UU., El Centro de Enfermedades de los Animales de Plum Island, cuyas actividades se han mantenido en secreto durante mucho tiempo y que no abrió sus puertas a los medios sino hasta 1992.
De acuerdo a un libro publicado por Kris Newby, un científico de la Universidad de Stanford, la enfermedad provendría de un experimento militar que salió mal. Newby cita a Willy Burdorfer, un científico suizo que identificó en 1981 al agente infeccioso que ahora lleva su nombre, borrelia burgdorferi.