Este lunes el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lu Kang mostró preocupación por la situación que está viviendo Venezuela y, en relación, rechazó la “politización” de la entrega de ayuda humanitaria al país sudamericano, por lo que pidió “dialogo y soluciones políticas dentro de los marcos legales y constitucionales» para la crisis.
«Estamos en contra de que fuerzas externas interfieran en los asuntos internos de Venezuela, en contra de que el problema de la denominada ayuda humanitaria fuera utilizada con un trasfondo político que lleva a la desestabilización de la situación en este Estado y en el territorio adyacente, así como de los disturbios, contrarios a los intereses de todas las partes involucradas», expresó el portavoz en el sitio web del Ministerio.
Asimismo, aseveró que la situación dentro y fuera de Venezuela es inestable, “incluso turbulenta, lo cual no es bueno para ninguna de las partes».
Lu también le manifestó a la comunidad internacional que respete «los principios básicos de las relaciones internacionales» y tome «acciones que realmente conduzcan a la estabilidad del país, a su desarrollo económico y a la mejora de la vida del pueblo».
«Esperamos que la comunidad internacional provea de asistencia constructiva a Venezuela siempre y cuando respete su soberanía», señaló el portavoz.
¿Un acto provocado?
En la zona fronteriza con Brasil, los enfrentamientos causaron 3 muertos, según el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS), además de decenas de heridos.
Por su parte, el pasado 14 de febrero, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, aseguró que, «bajo el encubrimiento del convoy humanitario, se está preparando un acto provocativo» en Venezuela desde la localidad colombiana de Cúcuta.
El posible acto puede causar víctimas humanas y es necesario como pretexto para emprender una acción enérgica desde el exterior, advirtió la representante diplomática, quien agregó que Moscú se opone a la politización de la cuestión de la entrega de ayuda humanitaria a Venezuela.
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No obstante, Yuretzi Idrogo, diputada venezolana exiliada en Brasil, comunicó el pasado sábado a la agencia de noticias EFE que las camionetas que esperaban en la frontera, cargadas con alimentos y medicinas, fueron retiradas «por precaución» y para «evitar posibles conflictos».
«La idea es que esa ayuda ingrese pacíficamente y sin ninguna violencia», señaló, después de que algunos grupos de manifestantes del oficialismo amenazaran con prender fuego los tanques de gasolina de los vehículos.
