Brasil aseguró, este martes, que estaba preparado para recibir ayuda extranjera para combatir los incendios en la Amazonía. Sin embargo, aclaró que solo lo aceptaría si determina cómo se gastará el dinero.
Rego Barros, portavoz presidencial, señaló que “el gobierno brasileño, a través de su presidente, está abierto a recibir apoyo financiero de organizaciones y países. Este dinero, cuando ingrese al país, tendrá que ser administrado totalmente por el pueblo brasileño”.
La declaración se realizó desde una reunión de gobernadores de los estados de la Amazonía con Bolsonaro, en la que puntualizaron, incluso, que Brasil necesitaba dinero para combatir los numerosos incendios forestales.
En relación, la oficina del mandatario francés no quiso realizar comentarios.
Cabe señalar, que la situación en la Amazonía brasileña ha creado una importante crisis dentro del gobierno de derecha de Bolsonaro.
Flávio Dino, gobernador del estado de Maranhao, les dijo a periodistas después de una reunión con Bolsonaro que creían “que este no es el momento de rechazar dinero”.
La retórica antimedioambiente podría exponer a Brasil a sanciones internacionales, agregó.
El número de incendios en la Amazonía brasileña aumentó un 79 % este año hasta el 25 de agosto, según la agencia de investigación espacial del país sudamericano, con al menos 10.000 kilómetros cuadrados quemándose además en Bolivia, cerca de su frontera con Paraguay y Brasil.
Lluvias no alcanzarán para apagar los incendios en la Amazonía
Según datos meteorológicos y dos expertos, es poco probable que débiles lluvias apaguen en el corto plazo un récord de incendios en la Amazonía brasileña.
Según los expertos, aunque el gobierno de Brasil está combatiendo los incendios con tropas y aviones militares, los esfuerzos sólo extinguirán focos pequeños y ayudarán a prevenir nuevos fuegos; los más grandes solo pueden ser apagados por precipitaciones.
La temporada lluviosa en el Amazonas, en general, comienza a fines de septiembre y las precipitaciones generalizadas tardan semanas en producirse.
“Toda el área necesita que llueva más regularmente y eso sólo sucederá más adelante, por octubre”, indicó Maria Silva Dias, profesora de ciencias atmosféricas en la Universidad de Sao Paulo, quien también estimó que se necesitarían al menos 20 milímetros de lluvia en 1 a 2 horas para apagar un incendio forestal, más para incendios más intensos.