En el segundo día de la apelación de Apple contra una orden fiscal de $ 14 mil millones, acusó a la Comisión Europea de malinterpretar su negocio, en una disputa clave que podría durar años.
El caso se centra en las resoluciones fiscales otorgadas por Irlanda a dos empresas de Apple en el país, Apple Sales International y Apple Operations Europe. Según la Comisión las decisiones redujeron la carga impositiva de Apple durante más de dos décadas, hasta un 0,005% en 2014, sin embargo, el fabricante de iPhone lo niega.
En consecuencia, la Comisión ordenó a Apple en el año 2016 a pagar 13 mil millones de euros, es decir $ 14,4 mil millones, de impuestos que, según aseguró, se debían a Irlanda. No obstante, la compañía estadounidense e Irlanda están apelando contra la decisión del Tribunal General de Europa.
El objetivo de la disputa es la importancia de las empresas irlandesas. En relación, Daniel Beard, abogado de Apple, aclaró este miércoles, 18 de septiembre, que no eran tan importantes como la Comisión ha afirmado.
Sí, el CEO de Apple, Tim Cook, dijo que se tomaron decisiones en Irlanda, pero no decisiones estratégicas, indicó refiriéndose al testimonio de Cook en una audiencia en el Senado de EE.UU. en el año 2013, que estableció un elemento vital del caso de la Comisión.
Más aun, Beard señaló que Apple no hizo un acuerdo fiscal especial irlandés a cambio de crear empleos.
La Comisión hizo todo lo posible por contar una historia de hadas sobre supuestos beneficios para el empleo. No tiene evidencia, está mal. No había sentido de ningún trato especial. Irlanda gravó correcta y correctamente las sucursales irlandesas. No hubo derogación de las reglas normales, dijo en su argumento final.
La Unión Europea no pudo probar su caso
Por su parte, Paul Gallagher, abogado de Irlanda, manifestó que el ejecutivo de la Unión Europea no pudo probar su caso y enturbió la reputación del país.
No han mostrado una compañía que haya sido tratada de manera menos favorable que Apple. Esta es la reputación de Irlanda que ha sido severamente criticada, puntualizó.
Pero, Paul-John Loewenthal, abogado de la Comisión negó las críticas de que el ejecutivo de la Unión Europea no había aceptado la oferta de Apple de visitar sus operaciones en Cork, Irlanda, expresando que esto no era necesario.
¿Qué lograría una visita al sitio?, preguntó.
El abogado de la Comisión, Richard Lyal, aseveró que el caso es sobre el acuerdo tributario irlandés de Apple y no tiene nada que ver con el desajuste entre los regímenes fiscales en diferentes países o las reglas de impuestos diferidos de EE.UU.
Irlanda puso fin a las decisiones fiscales cuando las dos unidades irlandesas de Apple cambiaron sus estructuras en el año 2015.